Santiago, Chile. - México podría incorporarse al mapa mundial del litio, uno de los minerales críticos clave para la transición energética, pero para eso, se necesitarán, al menos, cinco años de desarrollo e inversiones que pueden requerir hasta 10 mil millones de dólares, señaló en entrevista con El Financiero, Fernando Romero, director general de Honeywell en Chile.
El experto destacó que la minería evoluciona más lento que otras industrias, por lo que el camino más corto para México sería acercarse con países que ya dominan este proceso.
“Una de las principales reservas del mundo se encuentra en el triángulo del litio entre Bolivia, Argentina y Chile, donde ya hay empresas mineras con mucha experiencia que están dispuestas a compartir su experiencia en otras partes”, dijo.
Una hoja de ruta a largo plazo para el desarrollo del litio en México
La hoja de ruta que podría seguir México podría llevar, al menos, cinco años de desarrollo. En primer lugar, se debe realizar la evaluación del yacimiento mediante sondajes, revisión de leyes, entre otros temas, lo que, en experiencia del especialista de Honeywell, puede llevar hasta un par de años.
Posteriormente hay que conocer la ingeniería a detalle que requerirá el proyecto, ahí los tiempos rondan entre 12 y 18 meses, “aquí también se deben obtener permisos ambientales y sectoriales, tanto para explorar como para construir y operar”, dijo.
Finalmente, se debe contemplar el tiempo de construcción y puesta en marcha de la planta, lo que conlleva, mínimo, un año adicional.
“En la industria, puede tardar entre cuatro y cinco años el proceso que va desde desarrollar un yacimiento descubierto hasta producir la primera tonelada de carbonato de litio, siempre y cuando los permisos e ingeniería avancen sin tropiezos”, apuntó.
Respecto a la inversión, es muy importante implementar economías de escala.
“Para poder competir globalmente, México necesita plantas grandes. La inversión de referencia de un proyecto estándar podría ubicarse en un rango de varios miles de millones de dólares, no menos de mil millones y probablemente por debajo de 10 mil millones, dependiendo del tamaño y alcance de la integración. Proyectos pequeños pueden existir, pero no marcan el tablero internacional”, indicó.
LitioMx, una apuesta estratégica del nuevo gobierno
El uso dominante del litio sigue siendo enfocado en baterías para electromovilidad.
“Por logística y costos, la industria está levantando gigafactorías cerca de las plantas automotrices. Con México como hub automotriz, la oportunidad es clara, integrar minería, refinación, cátodos/celdas y ensamble en corredores productivos para reducir transporte y capturar más valor agregado”, recomendó el especialista.
Fernando Romero consideró que mientras existan reglas claras para invertir, podría llegar capital de otros países para desarrollar la incipiente industria de litio en México.
La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que, actualmente, LitioMx, es uno de los proyectos estratégicos de su Gobierno.
“Ya hay una patente y otra más en desarrollo por parte del Instituto Mexicano del Petróleo, el tema ahora es cómo eso se convierte en algo de producción, porque a veces está la patente, pero los costos no son accesibles para poder desarrollar masivamente”, indicó la mandataria.
Por lo pronto, el Gobierno de México se encuentra investigando litio en salmueras y en pozos petroleros de la mano de la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos (Pemex).