Economía

Campo mexicano, en problemas: ¿Por qué se derrumbó su aportación al PIB de México?

Aunque el PIB mexicano subió ligeramente en el segundo trimestre, el campo y la ganadería tuvieron una contracción de más del 1%.

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El campo mexicano y la agricultura tuvieron una baja de más del 1% en su aportación al PIB. (Especial | Cuartoscuro)

La economía de México creció 0.7 por ciento trimestral, en el periodo correspondiente a abril-junio de 2025, según cifras preliminares publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) este miércoles.

El sector agropecuario registró una contracción en el segundo cuarto del año del 1.3 por ciento trimestral, desacelerándose después de un aumento del 7.8 por ciento en el primer trimestre de 2025, de acuerdo con los datos del INEGI.

El dato preliminar de crecimiento del PIB para el segundo trimestre del año muestra un leve repunte frente al 0.2 por ciento del primer periodo de 2025, cuando la economía estuvo ‘cerca’ de una recesión técnica pronosticada por analistas de Citi.

El aumento se atribuye a la mejora en la actividad industrial y del sector servicios.

¿Por qué el campo y la ganadería aportaron menos al PIB en 2025?

En contraste, el Inegi destacó que el campo y la ganadería mexicana, que son actividades primarias, tuvieron una contracción de 1.3 por ciento. La caída estuvo relacionada con la prohibición de Estados Unidos hacia México sobre la importación de ganado, debido a los casos de gusano barrenador.

Las actividades primarias se han visto afectadas por situaciones internas y por el crecimiento de otros sectores, lo que ha opacado a las mismas, síntoma un nuevo contexto económico.

De acuerdo con Andrés Abadia, economista en jefe para Latinoamérica de Pantheon Macroeconomics, hay factores clave que han perjudico el desempeño del sector primario.

“Buena parte de este efecto se explica por diversas razones, entre las más destacadas, que el país sigue operando con baja productividad, escaso acceso a crédito y limitada infraestructura”, citó Abadia.

A esto se sumó una dependencia creciente de importaciones clave (el maíz amarillo y la soya) reflejo de una política pública cada vez menos enfocada en la autosuficiencia y menores precios en el exterior, señaló el especialista.

Para el economista, la tendencia a la baja de las actividades agropecuarias es un reflejo de una modernización en la economía, donde el sector secundario y terciario han ganado mayor participación.

“El resultado hasta ahora, es un sector primario débil que, aunque sigue siendo vital para el empleo rural y la seguridad alimentaria, pierde peso relativo frente a una economía que se ha volcado hacia la industria manufacturera y los servicios”, compartió Abadia.

Además, añadió que esto no solo ocurre en México sino también en otros países de la región.

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