Los resultados financieros de Banco del Bajío en el segundo trimestre del año tuvieron el desempeño más desfavorable de los que se tenga registro desde la pandemia de COVID-19.
Los resultados llevaron a BanBajío a reducir los estimados de su guía para este año en su cartera de crédito y la utilidad neta esperada.
La empresa informó que sus ganancias se contrajeron 23.9 por ciento de abril a junio, con 2 mil 166 millones de pesos. Con esto, ligó cuatro disminuciones al hilo y el nivel más elevado desde hace 18 periodos, en medio de baja en las tasas de interés y gastos que presionan su crecimiento.
En su reporte financiero manifestó que la utilidad neta fue de 4 mil 657 millones de pesos, 17.2 por ciento menos a tasa anual.
El presidente del Consejo, Salvador Oñate Barrón, enfrenta una coyuntura muy complicada apenas a dos años de haber asumido esa posición. El margen financiero antes de estimación preventiva para riesgo de crédito fue de 5 mil 402 millones de pesos, 5.4 por ciento menor al registrado en el mismo período en 2024, y los ingresos no financieros cayeron 19.1 por ciento anual.
Analistas de Ve por Más resaltaron que, derivado de los resultados del trimestre, BanBajío revisó a la baja su guía anual, de 8-11 por ciento a 5-6 por ciento, el crecimiento de cartera para este año; mientras que esperan una contracción de entre 13 por ciento-8.3 por ciento a una caída de entre 20.5 por ciento-17.7 por ciento en utilidad neta anual.
“Los resultados de Banco del Bajío fueron débiles, ante una desaceleración en su cartera de crédito; incremento en tasa de morosidad, sumado al efecto de una menor tasa de interés que redujo sus ingresos financieros, y contracción en los ingresos no financieros, el margen disminuyó”, expusieron.
El banco también tuvo deterioros en indicadores clave: el ROE pasó de de 26.85 por ciento, a 18.65 por ciento en su comparación anual; mientras que el ROA pasó de 3.24 por ciento, a 2.32 por ciento.