Economía

Arancel de 50% al acero y aluminio es injusto: Ebrard

El secretario de Economía calificó como insostenible el decreto de Donald Trump.

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El secretario cuestionó la lógica detrás del arancel, pues recordó que Estados Unidos tiene superávit comercial con México en este sector. (Bloomberg)

Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva para incrementar de 25 a 50 por ciento a partir de hoy los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó como “injusta, insostenible e inconveniente” la decisión.

La orden ejecutiva firmada por Trump señaló que la tarifa de 25 por ciento “aún no había permitido” a las industrias nacionales “desarrollar y mantener las tasas de utilización de la capacidad de producción necesarias para la salud sostenida de las industrias y para las necesidades proyectadas de defensa nacional”.

Aumentar los aranceles impuestos previamente brindará un mayor apoyo a estas industrias y reducirá o eliminará la amenaza a la seguridad nacional que representan las importaciones de artículos de acero y aluminio, y sus derivados”, se lee en la orden, que la Casa Blanca publicó en la red social X.

En conferencia, Ebrard aseguró que este gravamen “no tiene sentido” y perjudicará a industrias clave en ambos países, como la automotriz, construcción, metalmecánica y electrónica.


“Le están poniendo 50 por ciento a esas industrias. Yo no veo quién gane con esto”, y adelantó que presentará el viernes los argumentos para que México sea excluido, igual que el Reino Unido.

El secretario cuestionó la lógica detrás del arancel, pues recordó que Estados Unidos tiene superávit comercial con México en este sector.

Normalmente se ponen aranceles cuando hay déficit, no superávit”. Además, consideró que la medida no será sostenible a largo plazo debido a su alto impacto económico.

Por otro lado, Ebrard confirmó que este viernes habrá una reunión con autoridades estadounidenses para presentar los argumentos de México y buscar una exención. Sobre un eventual “plan B”, el funcionario evitó dar detalles pero aseguró que existe una estrategia para “cualquier escenario”, la cual dará a conocer el próximo lunes.


En 2024, México exportó aproximadamente 3.2 millones de toneladas de acero a Estados Unidos, representando el 12.21 por ciento de las importaciones totales de acero de ese país. En cuanto al aluminio, México exportó alrededor de 81 mil 500 toneladas.

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(Especial)

Anticipan desafío operativo

Juan Carlos Valles, abogado especializado en manufactura, explicó que el incremento de los aranceles al acero y aluminio mexicanos podría generar desafíos operativos y fiscales significativos para las empresas, en particular para las maquiladoras que exportan a Estados Unidos.

“Para las maquiladoras mexicanas, este cambio puede representar impactos en los precios de los insumos si exportan productos con contenido de acero o aluminio a EU. Además, podrían requerir ajustes en las reglas de origen o el cumplimiento de certificados en programas como IMMEX o con la certificación IVA-IEPS”, detalló el experto en operaciones transfronterizas.

Destacó que las empresas deberán revisar sus contratos de shelter y operaciones vinculadas para evitar dobles tributaciones o ajustes por márgenes, así como evaluar posibles riesgos fiscales si no se declaran correctamente los componentes metálicos al exportar.

“Aún no hay mención específica a México como excepción, a diferencia de lo que ocurre con Reino Unido. Si no se negocia un trato distinto, muchas operaciones podrían verse afectadas directamente”, advirtió.

José de Jesús Rodríguez Ambriz, analista fiscal, alertó que la medida será un duro golpe a la economía mexicana.

“El aumento de los aranceles al 50 por ciento golpea directamente la competitividad de sectores clave como el automotriz, la construcción y la manufactura, donde el acero y el aluminio son insumos esenciales”, añadió el especialista.

Sin embargo, destacó que el impacto por esta medida será doble, pues “por un lado, las empresas mexicanas verán reducida su competitividad frente a otros proveedores internacionales; por el otro, los consumidores estadounidenses enfrentarán un alza de precios debido al encarecimiento de los insumos”.

Con información de Christopher Calderón.

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