La incertidumbre, los aranceles y el proteccionismo provocarán una desaceleración en la economía mundial, pero no una recesión, señaló Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la víspera de publicar sus Perspectivas Económicas Globales en esta semana.
“Nuestras nuevas proyecciones de crecimiento incluirán notables reducciones, pero no una recesión. También veremos aumentos en las previsiones de la inflación en algunos países”, dijo durante su mensaje con el que levantó la cortina de las Reuniones de Primavera en Washington, que inician este lunes.
La encargada del organismo global explicó que la incertidumbre alrededor de las políticas comerciales, principalmente las de Estados Unidos y replicadas por China, tiene un costo, la planeación se convierte difícil cuando hay tarifas bilaterales y se pospondrán las decisiones de inversión y de consumo, se afecta la innovación.
“La mayor incertidumbre persiste y aumenta el costo”, y agregó que “el comercio continúa, pero las disrupciones incurren en costos. Cuantificaremos estos costos en nuestras Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), que serán lanzadas la próxima semana”.
Las crecientes barreras comerciales con aranceles más altos terminan siendo pagadas por los consumidores y en general, “el proteccionismo erosiona la productividad a lo largo de la carrera, especialmente entre los países más pequeños”, detalló.
Sin embargo, en su reporte WEO, el organismo también mostrará que las acciones de determinadas políticas para resolver diferencias y rebalancear, pueden generar mejores resultados y al respecto, adelantó que los países pueden redoblar sus esfuerzos en poner sus propias “casas” en orden.
“En un mundo de alta incertidumbre y frecuentes choques, simplemente no hay espacio para el retraso de las reformas para mejorar la estabilidad económica y financiera, y mejorar el potencial de crecimiento”, advirtió.
Tomar acciones fiscales para reconstruir el espacio fiscal es una necesidad en la mayoría de los países, así como proteger la estabilidad de precios con una política monetaria que sea ágil y creíble, apoyada en el compromiso de independencia de los bancos centrales.
“Los bancos centrales deben mantener un ojo abierto a los datos, incluyendo expectativas de inflación más altas en algunos casos o caída de la inflación en otros casos”, recomendó.
De igual forma, en las finanzas, la regulación fuerte y la supervisión son esenciales para mantener a los bancos a salvo y el aumento de riesgos de las instituciones no bancarias, debe ser monitoreado.
México crecerá menos: UNCTAD
Por otra parte, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) estimó que la economía de México desacelerará este año su crecimiento a 0.5 por ciento, desde el 1.2 por ciento del 2024, un ajuste de expectativas desde el 1.5 por ciento previsto en octubre pasado, debido al impacto en su comercio exterior y los efectos de los esfuerzos del gobierno para sanear sus finanzas.
“En México, las persistentes condiciones financieras restrictivas y los esfuerzos de consolidación fiscal lastrarán el crecimiento, provocando una desaceleración de la expansión al 0.5 por ciento. La aplicación de restricciones más severas a las exportaciones del país resultaría en una revisión significativa a la baja de las perspectivas de crecimiento del país para este año”, expuso en sus “Previsiones sobre el Comercio y el Desarrollo 2025 – Bajo presión: La incertidumbre redefine las perspectivas económicas mundiales”, publicado en Ginebra, Suiza.
La desaceleración será un común denominador, aunque en menor proporción, entre los países de Norteamérica, socios de México en el T-MEC. Para Canadá y Estados Unidos, los estimados señalan un avance de 0.7 y 1.0 por ciento, respectivamente, durante 2025, inferiores a lo esperado en octubre de 2024, cuando se preveía un repunte de 2.1 y 1.8 por ciento, en cada caso, y comparados con el 1.5 y 2.8 por ciento de crecimiento observado en 2024.
El organismo destacó que la escalada arancelaria podría desacelerar la economía global y los ingresos públicos desde otras fuentes, por lo que aquellos países en vías de una consolidación fiscal, verán dificultades para reducir su endeudamiento neto, además de que el riesgo de que Estados Unidos no proceda con la implementación del marco de la OCDE para aumentar un impuesto mínimo del 15 por ciento sobre la renta de las empresas multinacionales también podría afectar a esta fuente de ingresos públicos.
A su vez, el riesgo de represalias contra los países dispuestos a implementar el marco de la OCDE y gravar a las empresas multinacionales podría retrasar la tan esperada mejora en la recaudación del impuesto de sociedades.