El gobierno mexicano buscará, en las negociaciones con la Casa Blanca, un “trato preferente” en la imposición de Estados Unidos de aranceles del 25 por ciento a las importaciones de automóviles y autopartes, dio a conocer el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
En la conferencia matutina de Palacio Nacional, el funcionario, en un enlace realizado desde Washington DC, refirió que ha sostenido seis reuniones con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y con el representante comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés), Jamieson Greer, con quienes seguirá negociando.
Puso énfasis en la importancia de la industria automotriz y de autopartes para nuestro país, ya que México exporta casi tres millones de vehículos a Estados Unidos y surte el 40 por ciento de todas las autopartes que se consumen en la Unión Americana.
Dijo que el objetivo es “si vamos a ir a un sistema de aranceles tan altos, lo que tenemos que buscar es un trato preferente para México, de manera que tengamos condiciones de proteger nuestros empleos y la actividad económica de México”.
La presidenta Claudia Sheinbaum, por su parte, anunció que su gobierno dará a conocer hasta el 3 de abril la “respuesta integral” a la imposición de aranceles de parte de Estados Unidos.
Detalló que su respuesta será de manera conjunta, es decir, tanto a los aranceles al acero y aluminio que entraron en vigor el 12 de marzo, como a los automóviles, así como a lo que anuncie la Casa Blanca el 2 de abril próximo.
En tanto, la titular del Ejecutivo federal dio a conocer que buscará concretar una reunión con los directivos de las empresas globales de la industria automotriz, con el objetivo de revisar tanto el impacto de los aranceles en el sector y, además, cómo fortalecer la integración de la industria automotriz mexicana con Estados Unidos, para proteger los empleos.
“Lo primero que tiene que saber el pueblo de México es que nosotros siempre vamos a proteger a México, que esa es nuestra responsabilidad. Nosotros tenemos que defender los empleos que se generan en México, los empleos que existen y a las empresas mexicanas también”, dijo la mandataria.
Identificar la oportunidad
El economista en jefe de Top Money Report, Guillermo Barba, explicó que los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump responden a un reclamo histórico de reciprocidad comercial. “El problema no es con México, sino con todos los países que aplican aranceles altos a productos estadounidenses mientras envían los suyos con tasas bajas o nulas”, señaló.
Aunque calificó la medida como “un golpe a la economía global”, Barba destacó que México podría beneficiarse si acelera la integración de cadenas productivas en Norteamérica. “Si las empresas trasladan operaciones de China a México para cumplir con las reglas de origen del T-MEC, podrían evitar los aranceles y fortalecer la manufactura local”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que esto requerirá incentivos claros. “El gobierno debe facilitar que las empresas reubiquen aquí sus cadenas de suministro. Si lo logramos, exportar sin aranceles a EU sería una ventaja única”.
Por su parte, Miguel González Ibarra, coordinador del CEFI-UNAM, coincidió en que demostrar el “contenido norteamericano” de los productos —como acero, aluminio o tecnología estadounidense— podría ser la clave para acceder a exenciones. No obstante, alertó sobre los desafíos.
“Sería un trabajo engorroso comprobar el porcentaje de valor agregado en cada pieza”, dijo
Una alternativa, explicó el catedrático, es replicar la política industrial de Miguel de la Madrid, donde las automotrices “pudieran importar sin aranceles un monto equivalente a sus exportaciones”.
“Así se equilibraría la balanza comercial que tanto preocupa a Trump”, y reconoció que el mandatario republicano también busca fines recaudatorios tras reducir impuestos a corporaciones.
Se debilita T-MEC
Desde la perspectiva financiera, Rodolfo Ramos, de Banco Bradesco, describió la postura del gobierno de Claudia Sheinbaum como un “jiu-jitsu político” para evitar una escalada conflictiva. “México negocia para posicionarse mejor que otros países, pero eso debilita el espíritu del T-MEC”, criticó.
Ramos consideró que el “trato preferencial” podría ser solo un paliativo temporal: “El libre comercio en Norteamérica debería ser intocable, con ajustes menores para repatriar algo de producción a EU”.
Pronosticó que el lobby automotriz estadounidense y una llamada entre Sheinbaum y Trump podrían definir el resultado.