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Fun, Finance & Running: correr para ganar

Es la primera carrera del país enfocada al sector financiero, celebrará en septiembre el 125 aniversario de la Bolsa Mexicana de Valores.

Pocas cosas son tan estresantes como trabajar en el mundo financiero. Aquello de "tiempo es dinero" genera más tensión nerviosa que una fila de automóviles detenidos sobre el Periférico. Justo hace un par de días, un estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur descubrió que el estrés crónico provoca daños cerebrales irreversibles, como el Alzheimer o la esquizofrenia.

No es extraño entonces que las personas que trabajan en el ámbito de las finanzas encuentren cada vez más válvulas de escape para ese estrés. Una de ellas es el running.

"Antes, mucha gente del medio financiero salía por un trago para relajarse; ahora, muchos prefieren correr. Está comprobado que en tiempos de crisis e incertidumbre, las personas optan por el deporte como una fuga", dice en entrevista con El Financiero el entrenador y exmaratonista Germán Silva, organizador de Fun, Finance & Running.

Se trata de la primera carrera del país dirigida al sector financiero, como parte de la celebración por el 125 aniversario de la Bolsa Mexicana de Valores —que se cumple el 31 de octubre próximo—, si bien cualquier interesado puede inscribirse.

Esta competencia, que se llevará a cabo el 1 de septiembre en el área de Santa Fe, en la CDMX, es para Silva el resultado de cómo el running se ha incrustado en los hábitos de la gente que se dedica a los mercados, los negocios y las finanzas.

El crecimiento de su empresa German Silva Marathon Tours es ejemplo de este fenómeno. En los últimos meses, ha observado que sus ganancias se han incrementado hasta en 200 por ciento porque cada vez más personas lo buscan para vivir experiencias deportivas en los grandes maratones del mundo, como los de Chicago, Nueva York o Berlín. Muchos de sus clientes, afirma, provienen del ámbito financiero.

"Justo ahora el país navega con mucha incertidumbre y todos sabemos que las inversiones no fluyen como antes. No es que no las haya: es que están paradas. Eso lo sentimos todos. Sobre todo los que tenemos inversiones. Creo que es muy lógico que, en este contexto, la gente empiece a buscar salidas. Correr siempre será un escape", señala.

Según Silva, la carrera financiera es muy parecida a la deportiva: ambas son ejercicios de resistencia. El secreto radica, dice, en que en ninguna de ellas se debe dejar de avanzar. Se puede bajar la velocidad o el ritmo, pero nunca parar. "En las finanzas y en el deporte debes aprender a lidiar con distancias largas y con factores externos que no siempre están bajo tu control. En un maratón puede ser el clima; en los negocios puede ser un conflicto diplomático".

Esto le hace recordar el día en que ganó el Maratón de Nueva York de 1994. Una victoria inolvidable, aunque muy poco ortodoxa. Y es que por ir tan concentrado en la motocicleta que tenía enfrente y tratar así de evadir un dolor de caballo que amenazaba con sacarlo de la carrera, se equivocó y se desvió de la ruta. Iba en primer lugar y, por ese error, quedó muchos segundos atrás de su rival más cercano, el también mexicano Benjamín Paredes. Faltaban sólo 800 metros para llegar a la meta.

"No podía darme por vencido, aunque la verdad estaba muy shockeado porque sabía que mis probabilidades de llegar primero eran muy bajas", admite. Pero justo ahí aprendió una gran lección que después le sirvió para los negocios: aunque el entorno sea el más adverso, darse por vencido nunca es una opción.

Después de ese Maratón supo que, aunque hay momentos de la carrera en los que se vive tanta incertidumbre y cansancio, el objetivo nunca debe perderse de vista. "Esto no se acaba hasta que se acaba; hay que esperar a llegar a la meta o a que cierren los mercados".

En ese proceso, observa, la mente puede jugar a favor o en contra, sobre todo en los últimos metros de la carrera, que es cuando comienza la verdadera competencia: todo lo demás sólo consiste en saber mantener la calma y superar umbrales de dolor, asegura.

"Tanto el buen empresario y como el buen corredor deben saber tratar con los riesgos y el miedo. Hay que tener atole en las venas para olvidar que las piernas ya no te responden, que tienes ampollas y te están sangrando o que estás a punto de hacer una operación que pueda poner en riesgo todo tu dinero. Y eso sólo se logra con una mente muy entrenada", dice.

Muchos runners han descubierto que, así como han aprendido a mantener la calma en una carrera, también pueden desarrollar técnicas para mantenerse estoicos frente a decisiones financieras.

"Hay peligros que puedes medir, pero hay otros que no. Si corres 30 kilómetros y no sabes a dónde vas, se puede parecer mucho a un día en el que simplemente hay tanta fluctuación económica o tantos conflictos políticos imposibles de prever que a veces no queda otro camino que darse por vencido y tirar la toalla".

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