En franca armonía con la naturaleza, el famoso arquitecto japonés Tadao Ando esconde una estatua gigante de Buda en una colina cubierta con flores de lavanda, en el cementerio de Makomanai Takino, en la ciudad de Sapporo en Japón.
Durante 15 años, el cementerio fue el hogar de un Buda de piedra que estaba sentado solo en un campo, antes de que los propietarios decidieran en 2015 que querían hacer algo para que los visitantes pudieran apreciar más serenamente la figura.
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Como parte de las mejoras a este cementerio, Ando tomó una gran estatua de Buda que ya existía y la rodeó con una colina cubierta de lavanda, de modo que solo se ve la cabeza, que hoy se conoce como The Hill of the Buddha (La Colina de Buda).
Basado en el concepto de mostrar profundidades ocultas, el espacio crea un límite entre lo ordinario y lo extraordinario, proporcionando una experiencia genuinamente conmovedora cuando te encuentras cara a cara con el gran Buda. Las flores de lavanda se ven pueden apreciar mejor en julio.
La colina está plantada con 150 mil lavandas: verde en primavera, púrpura en verano y blanca con nieve en invierno. La estatua tiene una altura de 13.5 metros y para llegar hasta ella, los visitantes deben recorrer un túnel de 40 metros.
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"La intención del diseño era crear una secuencia espacial vívida, comenzando con el largo acercamiento a través del túnel para aumentar la anticipación de la estatua, que es invisible desde el exterior", dijo Tadao, galardonado con el Premio Pritzker en 1995, considerado el Nobel de la arquitectura.
Las obras arquitectónicas de Tadao Ando se caracterizan por superficies geométricas moldeadas en hormigón desnudo, casi completamente libres de adornos, crea espacios que son inquietantemente hermosos y funcionan en armonía con la naturaleza.
El cementerio Makomanai Takino se construyó en 1982 y está abierto todo el año. Está a unos 30 minutos en coche del centro de Sapporo, o puedes tomar el Metro desde la estación de Sapporo hasta la estación Makomanai y de ahí en autobús.
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