CDMX

Homenaje a la guaracha: Reconocen la cultura sonidera como patrimonio cultural de CDMX

Los sonideros son patrimonio vivo, pues es una expresión cultural compartida por las comunidades.

¡Es oficial! La cultura sonidera ahora es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México, de acuerdo con la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Este tipo de reconocimiento es otorgado por la organización inmaterial a todas aquellas expresiones que son patrimonio vivo, es decir, aquellas prácticas, expresiones, saberes o técnicas que son trasmitidas de generación en generación dentro de las comunidades.

El sonidero es una expresión artística popular, que nació en los barrios y pueblos de la ciudad. En la actualidad es posible encontrar eventos de sonidero en plazas públicas y kioskos. Incluso en agosto de este año, el Gobierno de la Ciudad de México inauguró el bailódromo de Iztapalapa.

En la entrega de la declaratoria apenas el 8 de octubre, el jefe de Gobierno, Martí Batres, apuntó que la cultura sonidera incluye a la música, baile, iluminación y la fiesta sonidera en general.

“La presente Declaratoria tiene como finalidad establecer la responsabilidad de preservar la expresión declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial, a través del plan de salvaguarda. (...) Para asegurar la identificación y divulgación de la expresión inmaterial y protegida en el presente decreto, en un término de 10 días hábiles, a partir de la entrada en vigor del presente decreto, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México, deberá incorporarlo a la plataforma digital del patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México”, comentó en el evento.

¿Qué es el sonidero y por qué es una tradición en la CDMX?

La música tropical ha formado parte de la historia sonora de México, así como de muchos países de Latinoamérica.


Se considera que el fenómeno cultural de los sonideros llegó a la Ciudad de México en la década de los años 50, según un escrito en la la Revista Interdisciplinaria del Instituto Nacional de Antropología e Historia de 2009.

En la ciudad existen diferentes barrios, y en ellos comenzó a surgir la necesidad de ambientar las reuniones.

Ernesto Rivera Barrón, quien escribió el texto, explica que ha sido costumbre que durante las reuniones familiares o entre amigos, se acostumbraba a ir a misa y después regresar a casa para merendar y convivir. Pero esto cambió en los años 50, cuando las familias que no podían rentar salones de eventos ‘mudaron’ las fiestas a sus patios.

Y para ambientar esas reuniones, fueron buscando opciones en vivo. Como alternativa a las grandes orquestas, que eran costosas, surgió como alternativa la “contratación de sonido”, con música popular como la salsa y la cumbia, sobre todo.

Los exponentes de estas prácticas comenzaron a denominarse como sonideros y, para competir contra los otros tipos de entretenimiento, hicieron uso del micrófono para dirigir las ceremonias, enviar saludos y dar mensajes.

Estos mensajes de micrófono son reconocibles por el sonido que emiten, que suele distorsionarse: “un saludo, ludo ludo, a toda toda, la familia, milia, milia..”.

Se estima que en la CDMX existen hasta 10 mil sonideros. Algunos de los más famosos son Yambao, La Changa, Sonido Negro, Rumba Caliente, Macondo, Retro, Canutos, Sol Salsita, Radio Voz y Color del Son, entre otros.

Sonido La Changa es uno de los sonideros más populares y respetados dentro del género, que cuenta con más de 50 años de historia y nació en el corazón de la capital, en Tepito, fundado por Ramón Rojo Villa allá por 1968.

Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, ha destacado que esta declaratoria de patrimonio cultural reconoce el interés de la comunidad sonidera para que su práctica sea nombrada como tal.

La cultura sonidera es una práctica que se transmite entre las familias y que ya viene un relevo generacional que se recrea constantemente en los barrios y en las colonias más populares de esta ciudad, que dicho sea de paso, son la gran mayoría y que difunden un sentimiento de pertenencia, de identidad y de orgullo a quienes forman parte de ella”, dijo.

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