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Laredo,Tx, Noviembre 6, 2022.- En estas elecciones de noviembre en Estados Unidos, los presupuestos publicitarios de difamación contra los candidatos Demócratas han sido al menos 20 veces mayor que en otras elecciones, los Republicanos han sido alentados y apoyados por esos grupos “progresistas” que les facilitan la tarea y el sur de Texas nunca había estado en tan alto nivel de peligro de perder presupuestos federales.
Si en Laredo, remueven al actual congresista demócrata Cuellar, será una tragedia para Laredo. Similares situaciones suceden a lo largo del sur de Texas.
La política es complicada. No importa de qué país estemos hablando, porque lamentablemente los jugadores, generalmente, jugarán sucio con tal de obtener puestos políticos y además como en el juego de espías, existe el espionaje y el contraespionaje. En cualquier caso, quien sale perdiendo son los países, estados o las poblaciones que representarán los políticos que buscan el voto y el ser elegidos.
En Estados Unidos, existen dos partidos, el de los Republicanos y los Demócratas, los primeros identificados por los que tienen dinero y los Demócratas por los que dicen representar a las clases sociales pobres y desprotegidas.
En el pasado, no hace muchos años atrás, un partido defendía a los suyos, a los de la misma bandera, y claro querían que sus amigos, paisanos o protegidos ocuparán buenos lugares de elección, tratar de hacer lo mejor en su mandato y luego, buscar la reelección o subir en la escala de representación social.
Hoy, los Republicanos, defendiendo sus principios y tratando de ganar terreno a los Demócratas han convencido a grupos llamados “progresistas”, que se han dado a la tarea de remover a toda costa a otros Demócratas, que, según ellos, han hecho mal su tarea al no votar en ocasiones por proyectos impulsados por su partido.
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Sí en teoría los congresistas representan una población deben de votar leyes por lo mejor para su población, pero los demócratas “progresistas” piensan que pase lo que pase sus proyectos deben de ser aprobados, igual que el ideario de los Morenistas en México; ¿pero existe en EE.UU, algo más grotesco que en México o Latinoamérica?, ¡sí!, deja te comparto:
Si un congresista Demócrata no acepta esta política de votar “don’t matter what”, entonces es considerado traidor, y los “progresistas”, prefieren apoyar a los Republicanos atacando a los congresistas electos de mil formas hasta removerlos de sus puestos, que podía parecer el colmo de la estupidez, pero en realidad hay otros intereses abajo de la mesa y tal es el caso de la Portorriqueña Ocasio-Cortez que ha escalado a ser líder del partido demócrata en Nueva York acusando y removiendo congresistas DE SU MISMO PARTIDO, dejando puertas abiertas a los republicanos y utilizando su poder para derrocar a quienes ella no aprueba.
El caso en Laredo, es que el congresista que representa Laredo, tiene 18 años en el escaño y ha hecho su tarea y vota proyectos en beneficio de sus ciudadanos, sin importar quien hizo la propuesta, ha tratado de ser un verdadero demócrata; lo que ha provocado el enojo de los Demócratas del norte de Estados Unidos y apoyando entonces las políticas del Partido Republicano.
Henry Cuellar, el congresista del Distrito 28, que representa entre otras ciudades Laredo y una de las áreas más fuertemente pobladas por hispanos, ha logrado obtener grandes sumas de dinero para todo tipo de proyectos educativos, médico, de transporte y de apoyo al comercio internacional y ocupa importantes puestos en los comités hispanos- caucus- así como en comités de seguridad, transporte y presupuesto, desde allí ha captado cientos de millones para estructura que los republicanos se quejan porque ayuda al comercio con mexicanos, a la seguridad tecnológica y no a un muro defensivo y ha logrado otorgar programas de salud y ayuda a la gran población hispana de la región.
Los programas para las ONG, fondos para salud y educación de niños especialmente hispanos o en proceso de legalización, así como muchos beneficios ganados en medicare educación y los fondos conseguidos para transportación hoy están en peligro de perderse y la razón es muy simple, pasan entre 10 y 15 años en que el escalafón permita a nuevos congresistas ubicarse en comités desde donde pueden empujar y obtener fondos, así es que no importa quien gane, pero cualquier nuevo congresista tardará una década en poder traer fondos nuevos a la región que represente.