La Casa Blanca estaría dispuesta a suavizar los aranceles sobre la industria automovilística estadounidense, una medida que supondría una gran victoria para los fabricantes de automóviles, que han presionado agresivamente para frenar las consecuencias de los aranceles récord sobre las importaciones.
Según fuentes familiarizadas con el asunto, el Departamento de Comercio tiene previsto anunciar una prórroga de cinco años de un acuerdo que permite a los fabricantes de automóviles reducir los aranceles que pagan por las piezas de automóviles importadas. Anteriormente, estaba previsto que esa disposición expirara al cabo de dos años.
El anuncio podría producirse este mismo viernes, según las fuentes, que señalan que se han retrasado anuncios similares sobre aranceles. Se prevé que la política se detalle en documentos gubernamentales que también aplican formalmente aranceles a los camiones importados.
La concesión se produce tras meses de presión por parte de los fabricantes de automóviles, entre ellos Ford Motor Co. y General Motors Co., para conseguir una exención de los aranceles del presidente Donald Trump. Los fabricantes de automóviles estadounidenses se enfrentan a un aumento de los costes debido a los gravámenes que ha impuesto a los vehículos, piezas y materiales importados, como el acero y el aluminio.
El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, dijo que el acuerdo comercial entre EU y Japón proporciona a rivales como Toyota Motor Corp. una ventaja en los costos de miles de dólares por vehículo con respecto a los modelos competidores fabricados en Estados Unidos, si se tienen en cuenta los menores costos laborales y monetarios del país asiático. Ese marco redujo los aranceles sobre las importaciones de automóviles japoneses del 27,5% al 15%.
Anteriormente, los fabricantes de automóviles podían compensar parte del arancel del 25% impuesto a las piezas importadas. En virtud de esa medida, los fabricantes de automóviles que producen y venden automóviles completos en EU podían reclamar una compensación de hasta el 3.75% del valor de los vehículos fabricados en el país. La compensación se reduciría al cabo de un año hasta aproximadamente el 2,5% y se eliminaría al año siguiente.
A principios de este año, Trump impuso un arancel del 25% a los vehículos completamente fabricados. Sus aranceles separados sobre Canadá y México ya contienen una excepción para los vehículos con suficiente contenido nacional para cumplir los requisitos del acuerdo comercial norteamericano vigente.
