Japón y Estados Unidos celebraron otra ronda de negociaciones comerciales en Washington mientras los funcionarios intentan llegar a un acuerdo antes de una cumbre del Grupo de los Siete en Canadá y una reunión entre el presidente Donald Trump y el primer ministro, Shigeru Ishiba.
El principal negociador comercial de Japón, Ryosei Akazawa, se reunió el viernes con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, durante 70 minutos, y con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, durante 45 minutos.
Las conversaciones tuvieron lugar pocas horas después de que Ishiba afirmara que Japón sigue pidiendo a Estados Unidos que retire los aranceles tras una llamada con el presidente estadounidense.
Akazawa afirmó haber buscado la posibilidad de un acuerdo comercial con sus homólogos estadounidenses mediante conversaciones detalladas en Washington, sin dar ninguna pista sobre si los líderes de ambos países anunciarán un acuerdo en una cumbre prevista para los próximos días.
“Para lograr un acuerdo mutuamente beneficioso, mantuvimos conversaciones exhaustivas con ambos ministros y exploramos la posibilidad de alcanzar un acuerdo”, declaró Akazawa a la prensa tras la sexta ronda de negociaciones comerciales.
“Profundizamos aún más las conversaciones sobre temas como la expansión del comercio bilateral, las medidas no arancelarias y la cooperación en materia de seguridad económica”.
Akazawa se negó a confirmar si se vislumbra un camino hacia un acuerdo ni a comentar si Ishiba y Trump podrían anunciar un acuerdo en el marco de la reunión del G-7 en Canadá, que comienza el domingo. Akazawa afirmó que podría acompañar al primer ministro en Canadá.
¿De qué conversó Trump con Ishiba?
Tras la llamada anterior con Trump, Ishiba dijo que ambas partes acordaron acelerar las conversaciones para alcanzar un acuerdo mutuamente beneficioso y reunirse en Canadá.
Japón está buscando un acuerdo escrito con Estados Unidos, diciendo que el país asiático estará exento de aumentos arancelarios adicionales en ciertos sectores, como el automotriz, informó el periódico Mainichi el viernes por la noche.
Japón es uno de los principales exportadores mundiales más amenazados por la ola de aranceles comerciales de Trump, ya que su economía se tambalea al borde de una recesión técnica antes de las elecciones nacionales.
El gobierno estadounidense ha impuesto un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles y autopartes, y un gravamen del 50 por ciento al acero y el aluminio.
El arancel general del 10 por ciento sobre otros productos procedentes de Japón aumentará al 24 por ciento el 9 de julio, si no se llega a un acuerdo.
Es probable que el arancel relacionado con los automóviles afecte más duramente a la economía de Japón, dado que los automóviles y las autopartes representan un tercio de las exportaciones del país a Estados Unidos y la industria es uno de sus principales empleadores.
¿Por qué Japón está preocupado por los aranceles de Trump?
A principios de esta semana, Trump planteó la idea de aumentar aún más los aranceles a los automóviles, una medida que incrementaría aún más la presión sobre los principales fabricantes de automóviles de Japón y un amplio ecosistema de proveedores y empresas relacionadas.
Toyota Motor Corp., Honda Motor Co., Nissan Motor Co. y otros fabricantes de automóviles japoneses ya se están preparando para un impacto colectivo en sus ganancias de más de 19 mil millones de dólares solo este año fiscal debido al impuesto actual.
En un desarrollo separado vinculado a otro posible tema de conversación entre los dos líderes, Trump abrió formalmente la puerta para aprobar la compra de United States Steel Corp. por parte de Nippon Steel Corp. La administración Trump presentó un acuerdo de seguridad nacional propuesto a las empresas el viernes que autoriza la venta siempre que las empresas cumplan con los términos del gobierno.
“El gobierno japonés cree que esta inversión fortalecerá la capacidad de las industrias siderúrgicas japonesa y estadounidense para generar nueva innovación y conducirá al fortalecimiento de la estrecha asociación entre Japón y Estados Unidos”, dijo el ministro de Comercio e Industria, Yoji Muto, tras el anuncio de la Casa Blanca.
El progreso hacia la aceptación del acuerdo es potencialmente una señal positiva de cómo Trump acogerá los esfuerzos japoneses por invertir en producción en EU que garantice o genere empleos para los estadounidenses. Japón ha destacado su trayectoria como principal inversor extranjero en EU en su búsqueda de un acuerdo con la administración Trump.
En cuanto al momento de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón, Bessent no mencionó la posibilidad de una prórroga en la última ronda de negociaciones, según Akazawa. El secretario del Tesoro insinuó esta semana que la fecha límite del 9 de julio para imponer los aranceles recíprocos generalizados suspendidos podría extenderse para aquellos países que negocien de buena fe sobre comercio.
“Las negociaciones a veces pueden llegar a un acuerdo repentinamente, o pueden prolongarse inesperadamente durante mucho tiempo”, dijo Akazawa. “Es como estar atrapado en la niebla. A veces, la niebla se disipa de repente por la mañana. A veces, parece que nunca se aclara, por mucho tiempo que pase. Por eso, prefiero abstenerme de hacer declaraciones prematuras”.