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En China esperan, como nunca antes, la temporada navideña

Ante la crisis por la pandemia, la temporada decembrina es más importante que nunca para impulsar la demanda.

En enero pasado, el fabricante de juguetes Dave Cave vaticinaba un buen año. Había muchos pedidos para sus dinosaurios 'Mighty Megasaur' y preparaba un juego de carreras que coincidiera con el estreno de la última película de la franquicia 'Rápido y Furioso'. Luego, la pandemia del nuevo coronavirus paralizó la economía mundial y Vin Diesel, estrella de la saga de autos, anunció que la película se retrasaría al menos un año. La demanda de juguetes se desplomó. Su empresa, con sede en Hong Kong, Dragon-I Toys, que manufactura sus productos en China y los vende a 240 minoristas en 53 países, entre ellos Walmart, se vio obligada a recortar costos mientras pasaba la crisis.

Actualmente, mientras los minoristas del mundo entero comienzan a abastecerse antes de la crucial temporada navideña, un esperanzado Cave afirma que la cartera de pedidos de Dragon-I Toys está en su mejor nivel en años. La compañía es uno de los mayores fabricantes mundiales de dinosaurios de juguete y del popular hámster parlante 'Chatimal the Talking Hamster'.

"Nadie ha cancelado ningún pedido en las últimas seis u ocho semanas, de modo que todos están muy optimistas con la llegada de la Navidad", señala Cave. "La única preocupación que todos tienen hasta el momento es que esta pandemia empeore y nos encontremos en una situación en la que los gobiernos decidan regresar a una fase de confinamiento".

El desempeño que tenga la temporada navideña revelará mucho sobre cómo los consumidores de todo el mundo se están recuperando del impacto de la pandemia. Las exportaciones son un porcentaje a la baja del crecimiento económico general de China y no todas las industrias se benefician de la demanda navideña, pero los envíos de bienes de consumo siguen siendo un indicador crucial de la confianza a nivel mundial.

Las exportaciones de China aumentaron en julio un 7.2 por ciento, por su valor en dólares frente al año anterior, debido en gran parte a la fuerte demanda de productos electrónicos, pero también se vieron impulsadas por las compras de productos contra el COVID-19 y los pedidos de muebles y juguetes. Las exportaciones chinas a Estados Unidos aumentaron un 12.5 por ciento en julio respecto al año previo, el incremento más rápido desde 2018 a pesar de las tensiones entre las dos naciones.

También están mejorando otros indicadores. El puerto de Los Ángeles, el más activo de Estados Unidos, detalló que julio fue el mes más fuerte en lo que va del año y el segundo mejor julio de su historia, dinamizado por factores que incluyen el abastecimiento de inventario de los minoristas. Aunque el crecimiento de las ventas minoristas en Estados Unidos se desaceleró en ese mes, las ventas ya han recuperado el terreno perdido en la primavera.

Justin Yu, gerente de ventas de Pinghu Mijia Child Product, una empresa con sede en Zhejiang que fabrica carros montables eléctricos para niños, ya ha visto un repunte de los pedidos a niveles previos a la pandemia. Desde principios de julio, su fábrica ha operado a plena capacidad y así continuará hasta mediados de octubre. Usualmente, de julio hasta la mitad del próximo mes es el periodo de mayor actividad, ya que la temporada navideña representa del 60 al 70 por ciento de las ventas anuales de la empresa.

"Nuestra fábrica trabaja horas extras", asegura Yu y agrega que incluso los trabajadores administrativos van a la línea de producción para ayudar. "Estamos muy ocupados, tanto como lo estábamos en los últimos años en esta época". Con todo, estima que las ventas en el primer semestre descendieron entre 20 y 30 por ciento y que las del segundo se mantendrán estables, lo que resultará en una caída anual de entre 10 y 20 por ciento.

Aun cuando China sigue siendo la única economía importante que se prevé crezca este año, el desempleo es alto y la recuperación, irregular. Los precios al productor cayeron 2.4 por ciento en julio en relación con 2019, con efectos dominó sobre las ganancias, la contratación y la inversión. Es por eso que muchos están observando de cerca la demanda navideña.

"Aunque la pandemia es muy grave, la gente ansía la Navidad", dice Yu. "Es una especie de gasto de desquite, luego de tantas semanas de abatimiento. La diferencia podría ser menos fiestas este año, pero los que celebran la Navidad seguirán celebrándola y los que compran seguirán comprando".

Otros ejecutivos chinos advierten, sin embargo, que las ganancias fáciles de la fase de reapertura inicial han terminado y afirman que, de aquí en adelante, el crecimiento de las empresas dependerá de que el virus esté contenido.

Las grandes reuniones navideñas, por ejemplo, tal vez queden descartadas este año, expone Andi Feng de Bigger Tang, una compañía en la provincia de Zhejiang que fabrica adornos como copos de nieve y luces de neón, que evidentemente tienen una alta demanda en la última parte del año.

"Incluso de cara a la Navidad, muchas personas todavía no se sienten lo suficientemente cómodas para asistir a grandes eventos o fiestas", apunta. "Eso podría explicar por qué los regalos sí se están vendiendo bien, mientras que una empresa como la nuestra, que fabrica decoraciones, no se repone".

Antes de la pandemia, añade Feng, alrededor del 70 por ciento de los ingresos de su empresa provenían de las exportaciones y Europa era el principal mercado. La crisis la ha obligado a centrarse más en la demanda interna. El empresario reducido el personal de 100 miembros a menos de 30 y ha necesitado préstamos del gobierno para mantenerse a flote en los últimos meses.

"Nuestros clientes tienen miedo de pedir mucha mercancía porque todos temen que los productos terminen sin venderse", afirma.

Mark Ma, propietario del operador de transporte de mercancía Seabay International Freight Forwarding, en Shenzhen, ha observado una reactivación de la demanda en Estados Unidos y Europa reflejada en mayores pedidos de artículos, en particular bicicletas, ya que los consumidores buscan evitar el transporte público.

Alrededor de un tercio de los productos que maneja su empresa se venden en Amazon.com, dice. "Tradicionalmente nuestra temporada alta comienza en mayo y junio, pero este año se retrasó por la pandemia, y ahora la estamos viendo".

Willie Tan, director ejecutivo de la firma hongkonesa Topchoice, que vende vajillas de cerámica hechas en China, también espera ver este año un aumento similar en las ventas más tarde de lo habitual.

Para compensar la pérdida de ingresos por la pandemia, sus empleados hacen varias tareas para mantener bajos los costos y los vendedores empacan sus propias cajas de muestras.

Aunque Tan ha visto un fortalecimiento de la demanda en toda Asia, el panorama es más moderado en sus otros mercados clave, incluidos Europa, Medio Oriente y América del Sur.

"Esperamos que en octubre la gente necesite entregas inmediatas y tengamos la oportunidad de llenar sus estanterías para Navidad", afirma. "Si esos pedidos no se cristalizan, será un gran problema".

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