Aliett Buttelman acababa de recostarse en el sofá después de una intensa clase de yoga un lunes de octubre cuando recibió un mensaje urgente de una amiga por Instagram: “¡Pon el partido de futbol americano, ya!”. Como su pareja ya veía el juego entre los Kansas City Chiefs y los New Orleans Saints al otro lado de la sala, Buttelman —cofundadora de la startup de belleza Fazit— no tardó en entender la urgencia. Taylor Swift, quien estaba ahí apoyando a su novio, el ala cerrada de los Chiefs, Travis Kelce, lucía en televisión nacional el producto estrella de Fazit: unas pecas brillantes.
Casi de inmediato, los medios comenzaron a hablar del maquillaje llamativo de Swift, aunque pocos mencionaron la marca detrás del look. Buttelman reaccionó rápido: envió correos a todos los periodistas de estilo que encontró, explicando que la estrella había usado un parche de maquillaje de Fazit llamado Speckles —y que no se trataba de una promoción pagada. “Cada segundo cuenta, porque tenemos que hacerle saber al mundo que Taylor está usando nuestro producto”, recuerda su cofundadora, Nina LaBruna, quien se apresuró a reforzar inventario (afortunadamente, acababan de hacer un pedido) y a coordinar con el fabricante para que pudiera producir más parches si la demanda despegaba. Y despegó: en solo 48 horas, las ventas superaron el millón de dólares, un alza de 3 mil 500 por ciento.
Buttelman y LaBruna, ambas de 29 años, arrancaron 2024 con la meta de vender 3 millones de dólares. Gracias al impulso del “efecto Swiftie”, cerraron con 10 millones. Tras ese momento viral —y un acelerado lanzamiento en mil tiendas Target— Fazit proyecta ingresos superiores a los 40 millones de dólares en 2025. “A la gente le gusta el glamour”, resume LaBruna.
Pero no siempre fue así de fácil. LaBruna, quien antes dirigía su propia línea de cuidado de la piel, y Buttelman, exmodelo y consultora de marca, unieron fuerzas en 2022 para lanzar Fazit como una tienda en línea de parches para el acné. Invirtieron 13 mil dólares de sus ahorros, trabajaban desde sus departamentos (uno en Manhattan y otro en Los Ángeles) y eran los únicos empleados. Rechazadas por decenas de firmas de capital de riesgo, se inscribieron en el acelerador Capital Innovators, con sede en San Luis, donde recibieron una inversión de 50 mil dólares. Con ese capital desarrollaron nuevos productos para cicatrices y vello encarnado, y luego recaudaron otros 157 mil 500 dólares entre familiares y amigos. Hoy, ambas mantienen el 96 por ciento de la compañía, que aseguran ha sido rentable desde su fundación (se reservaron el margen de ganancia.)
La obsesión con las pecas falsas no es nueva. Durante años, influencers en TikTok han recurrido a lápices de ceja y delineadores líquidos para simularlas. En 2023, LaBruna propuso algo distinto: crear un parche de maquillaje resistente al agua y al sudor que transfiriera pecas brillantes al rostro. El material sería maquillaje real —no brillantina difícil de remover— para que se pudiera retirar fácilmente con desmaquillante común. ¿Alguna vez has intentado quitar brillantina? El comediante Demetri Martin la llama “el herpes de los materiales de manualidades”. Al principio, Buttelman fue escéptica, así que decidieron probarlo en carne propia: salieron a la calle con las pecas puestas. LaBruna fue detenida por extraños y a Buttelman le dieron mejor mesa en un restaurante elegante. Decidieron continuar.
Lanzaron el producto en abril de 2024, durante el festival Coachella. Para difundirlo, repartieron muestras, incluso a dos jóvenes que vendían ensaladas. Ellas grabaron un video espontáneo de get ready with me, que Fazit republicó en TikTok. El clip sumó 5.1 millones de vistas y disparó las ventas directas ese fin de semana. El departamento de LaBruna, que operaba como centro de envíos, colapsó. Hoy, los parches se venden en tiendas como Urban Outfitters, CVS y Target en EU, con lanzamientos previstos en Australia, Canadá y Reino Unido para principios de 2026. El nuevo centro de distribución está, curiosamente, en Kansas City —la ciudad de Kelce. Buttelman y LaBruna siguen trabajando desde sus departamentos, pero ahora cuentan con un equipo de seis personas.
Fazit ha comprobado que sus productos de glamour instantáneo son ideales para conciertos, festivales y eventos deportivos. Desde octubre, más de una docena de equipos de la NFL han buscado colaborar con la startup. En marzo, durante el torneo March Madness, Fazit se alió con elf Beauty Inc. para lanzar Spirit Stripes, una versión femenina del tradicional eye black que usan los jugadores de futbol americano. “Estamos observando lo que nuestras clientas hacen con el producto”, dice Buttelman. “Ahora queremos darles más de eso”.
En el último año, han sostenido alrededor de 25 reuniones con firmas de capital privado interesadas en invertir. “Les dijimos que siguieran nuestro crecimiento y se mantuvieran cerca”, cuenta LaBruna. La empresa, que fabrica en China y Corea del Sur, intenta sortear los retos que implica la volatilidad arancelaria y la aparición de copias con su próxima gran jugada: el 1 de agosto, llegarán a mil 400 tiendas Walmart en EU. Hasta ahora, no han tenido que subir el precio: las pecas aún se venden en 16 dólares por caja con seis parches.
Pero sobre todo, Buttelman y LaBruna quieren asegurarse de que su éxito viral no las condene a ser una moda pasajera. “Es un arma de doble filo”, reconoce Buttelman. Para perdurar, dicen, deben mantenerse fieles a la razón por la que el producto gustó en primer lugar. “La belleza se ha vuelto muy seria y técnica: que si esta crema, esta capa, este FPS”, reflexiona LaBruna. “Y a veces solo quieres divertirte, sentirte como una niña otra vez y ponerle un poco de brillo al rostro”.
Lee aquí la versión más reciente de Businessweek México: