En Guanajuato, el sector exportador trabaja para elevar la competitividad de las empresas y prepara un plan para hacer frente a posibles afectaciones por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, asegura en entrevista con EL FINANCIERO Luis Ernesto Rojas Ávila, director general de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce) de Guanajuato.
Dice que el estado tuvo en 2017 exportaciones por alrededor de 24 mil millones de dólares,que se colocaron en más de 125 países. Este año las expectativas son de igualar lo hecho el año pasado. Esto, no tanto por la incertidumbre del TLCAN, sino por los cambios en la demanda global de automóviles.
Por otra parte, "el sector calzado, que venía de dos años de caídas, cerró 2017 con un crecimiento de 6 por ciento", y para este año se mantienen las expectativas de crecimiento debido a que la bota vaquera se ha vuelto a poner de moda en el mundo, y el 60 por ciento de las exportaciones zapateras de Guanajuato son precisamente de este calzado.
Entre las estrategias que aplica la Cofoce para impulsar las exportaciones de los fabricantes locales, destaca la plataforma GtoSupply, un escaparate global para los productos guanajuatenses, que recientemente llegó a un acuerdo con Amazon y que para este 1 de abril ya tendrá alrededor de 400 empresas.
—¿Cuáles son las expectativas de crecimiento de las exportaciones para este año?
Cerramos 2017 con cerca de 24 mil millones de dólares de exportaciones a más de 125 países. En el sector calzado, que venía de dos años de caída, cerramos 2017 con un crecimiento de 6 por ciento. Nosotros tenemos una expectativa de que este año repunte el sector calzado. Número uno, por las políticas que estamos implementando; dos, porque la bota vaquera está de moda, entró nuevamente al mercado y cerca de un 60 por ciento de lo que exporta el sector calzado es bota vaquera, entonces tanto en volumen como en precios promedio nos beneficia.
Vemos que el sector agroalimentos va a seguir con esta dinámica de crecimiento al igual que el sector metalmecánico; queremos que no decaiga lo que se ha logrado con el sector artesanal decoración y repuntar al sector textil y confección.
Ciertamente en el sector automotriz vamos a estar muy atentos porque sabemos que –quitando el TLCAN del radar– hay un factor también que tiene que ver con la demanda a nivel mundial de automóviles. Está atravesando grandes cambios porque hoy las nuevas generaciones prefieren desplazarse en esas compañías famosas de taxis o prefieren en los servicios públicos, que son muy eficientes en otros países y por comodidad. Nosotros estimamos por lo menos poder cerrar 2018 con 24 mil millones de dólares, mantenernos, y esto lo comento por el tema automotriz, porque sin lugar a duda los sectores tradicionales seguirán creciendo.
—Respecto al TLCAN, ¿qué se espera en Cofoce?, ¿qué estrategias van a adoptar?
¿Cuál es nuestra postura, nuestra filosofía como Guanajuato? No nos preocupamos, nos estamos ocupando, confiamos en nuestras autoridades, en Idelfonso Guajardo y su equipo que sin lugar a dudas es el de más experiencia de las tres naciones.
Estamos trabajando en conjunto con el núcleo económico en un plan de competitividad que estamos a punto de presentar y en donde hicimos un análisis muy profundo sobre cuáles serían sectores potencialmente más afectados en caso de que se tomara una decisión radical de parte del presidente Trump de salir del tratado.
Hicimos una ingeniería inversa. Dijimos: 'a ver, si Estados Unidos se saliera del tratado, la afectación para el brócoli de Guanajuato sería de tanto por ciento. En ese sentido, ¿cómo podemos hacer ese tanto por ciento más competitivo a las empresas del brócoli para que si saliera queden en igualdades condiciones? Si no se sale Estados Unidos del TLCAN, y yo en lo personal pienso que no va a hacerlo, ya hicimos 15 o 16 por ciento más competitivas a las empresas.
Es un plan que como Guanajuato estamos atacando desde todos los frentes: financiero, capacitación, formación, desarrollo económico, exportaciones, para fortalecer a estos sectores sensibles. Creo que si México y Guanajuato nos concentramos en elevar la competitividad de las empresas no vamos a tener que preocuparnos por todos los desafíos que van a seguir viniendo.
Una empresa que hace la tarea definitivamente no tiene por qué preocuparse. Sí ocuparse de seguir ganando mercado, y esa es la dinámica, la postura y la filosofía que tenemos en Guanajuato .
—En algunos sectores como el de moda vestido han disminuido las exportaciones. ¿Qué medidas se toman?
Necesitamos hacer reajustes en el canal de distribución y en vez de venderle a los canales tradicionales, a las tiendas departamentales, vender a las tiendas online que van directamente al consumidor. También hacer un reajuste en el diseño, enfocarnos a un nicho de mercado que realmente esté dispuesto a pagar el valor agregado.
México no puede ni debe seguir compitiendo en la esfera de manufactura, ya perdimos la guerra hace mucho tiempo y mientras las empresas sigan ahí, seguirán condenadas a seguir empobreciéndose día con día.
Entonces los gobiernos y las empresas y las cámaras debemos llevar a las empresas a competir en una esfera de mayor valor agregado pero apostándole a la comercialización tecnológica. Ahí vamos a abrir la puerta hacia nuevas oportunidades y sobre todo vamos a lograr que le quede al fabricante, al productor, más dinero en su bolsa y no solamente le alcance para pagar la nómina y salir de gastos. Ese es el verdadero reto que estamos visualizando y al que debemos apostarse en ese sector.
—El año pasado hablaban del proyecto de llevar las empresas guanajuatenses a una plataforma global para exportar sus productos. ¿Cómo va?
Vamos muy bien. Este año inauguramos ya la plataforma de GtoSupply, con la que vamos a llegar a más de 120 países con más de 500 empresas. Acabamos de hacer un convenio con Amazon, para colocar este año a 100 empresas en la categoría Amazon Handmade.
El 1 de abril esperamos tener en la plataforma cerca de 400 empresas. Estamos convencidos de que ese es el camino para México. Ya no podemos permitir que los intermediarios se queden con todo y sigan confinando al fabricante a estar en una ecuación desfavorable donde a éste le quedan menos de 10 por ciento y el comercializador se lleva el 90 por ciento de la ganancia.