El término de empresa socialmente responsable ha sido aceptado por las escuelas de negocios y las empresas en el mundo. Sin embargo, el doctor Oliver Laasch ha investigado sobre un tema diferente pero relacionado: administración responsable.
Al contrastarlos surgen dos cuestionamientos: Primero: ¿administración responsable es un pleonasmo? ¿Un administrador no debería ser responsable por naturaleza?
Un administrador recibe de los dueños de una empresa la encomienda de incrementar las utilidades de la misma. Sin embargo, las decisiones que tome, tendrán repercusiones en la comunidad y el medio ambiente.
Por lo anterior, es inseparable el concepto de responsabilidad del de administración. Si bien es un pleonasmo, este término enfatiza que los gerentes no deben olvidar el triple balance en la gestión de sus empresas: desempeño económico, social y medioambiental.
El segundo cuestionamiento: ¿Qué es primero: el huevo o la gallina? Es decir, ¿la administración responsable o la empresa socialmente responsable?
La empresa está formada por personas. Por ende, primero se debe contar con un equipo directivo responsable para que la organización pueda ser una buena ciudadana. Es decir, además de buscar en su actuar el triple balance, la administración debe ser ética y sustentable.
Este último punto, según la Organización de las Naciones Unidas, consiste en que las acciones que los directivos tomen el día de hoy no pongan el riesgo el futuro de las próximas generaciones. No puede haber empresa socialmente responsable sin administradores responsables.
El día de hoy las escuelas de negocios tienen el reto de formar administradores que posean la competencia de gestión responsable de los negocios, la cual va ligada a la manera personal de pensar, decir y actuar. Porque un gerente no puede separar su forma de ser de su forma de ejecutar, ambas están interconectadas y una influencia a la otra. Parafraseando al doctor Rodolfo Loyola: "El director es como dirige y dirige como es".
*Norberto C. Rodríguez González, profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro y Santiago Hernández Álvarez, egresado de Ingeniería en Industrias Alimentarias.
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