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Alemania crea autos convencionales... pero le urgen 10 millones que sean eléctricos

Un país enamorado de los automóviles con motores a combustión fabricados en su territorio, le urge reducir las emisiones de carbono del sector transporte.

Alemania necesitará un salto masivo en la cantidad de vehículos eléctricos que circulan por las carreteras para poder avanzar significativamente en la reducción de emisiones de carbono del sector transporte.

El país está cerrando las plantas de carbón para que su generación energética sea más limpia, pero los gases de efecto invernadero del sector del transporte están resultando más complicados. Un lobby sólido del sector automotriz, alrededor de 800 mil empleos en juego y un país enamorado de los automóviles con motores a combustión fabricados en territorio nacional, han hecho que los políticos recelen de subir los impuestos al combustible.

Ésa es la conclusión clave de un panel de expertos creado por la canciller alemana, Angela Merkel, presentado al Gobierno esta semana en Berlín. Según los expertos, hasta 10 millones de automóviles eléctricos deberían circular por las carreteras del país a fin de reducir las emisiones de forma significativa para 2030, en consonancia con el acuerdo mundial sobre el clima de París. En la actualidad, solo circulan 200 mil puramente eléctricos o híbridos en las carreteras del país.

"El aumento de la flota de automóviles eléctricos a 10 millones de vehículos o alrededor del 20 por ciento de los autos matriculados debe ser una piedra angular para reducir las emisiones transporte", dijo Arno Klare, legislador y portavoz del Partido Socialdemócrata sobre movilidad eléctrica. "No será fácil, pero es factible".

Si bien los miembros del panel y del gabinete han debatido esta semana cómo reducir las emisiones de transporte de acuerdo con las conclusiones del informe de 115 páginas, la mayoría está de acuerdo en que los autos a batería son esenciales. Merkel tiene la intención de convertir la reducción de emisiones de transporte en ley este año.

Los gases de efecto invernadero emitidos por los vehículos están aumentando debido al crecimiento económico, que ha impulsado las ventas de automóviles y al transporte en camiones. Merkel está obligada por el acuerdo de París a reducir las emisiones en las carreteras aproximadamente un 42 por ciento para 2030, respecto a los niveles de 1990.

El objetivo de carbono de Alemania para el transporte equivale a una reducción de emisiones a un máximo de 98 millones de toneladas por año para 2030, frente a las 170 millones de toneladas en 2018.

El panel también sugiere que los combustibles sintéticos y los biocombustibles pueden ayudar a cerrar la brecha de carbono en el sector del transporte. Tienen la ventaja de que no requieren cambios en los motores de combustión o en la infraestructura de las estaciones de servicio, según el informe.

"Lo que es realmente importante es que también respaldamos otras tecnologías limpias, incluidos los combustibles sintéticos", dijo Klare, quien no está en el panel pero asiste a algunas sesiones. "Estamos viendo un cambio masivo en la forma en que nos movemos de A a B".

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