Super Téneré es la propuesta de la marca en el segmento maxitrail, una moto con un cuadro rígido y prestaciones que más allá de llevarnos por los caminos conocidos, nos invita a descubrir rutas alternas.
Uno de los puntos fuertes e innovadores para este modelo es el sistema D-Mode, que nos permite cambiar entre dos modos de manejo: T (town), el cual es suave y muy recomendable en ciudad; y S (sport), recomendable para carretera, siendo un modo de manejo más agresivo. El control de tracción es regulable en tres niveles, incluyendo en uno de estos un modo desconectable para una mejor experiencia off-road.
La tecnología implementada en la horquilla invertida delantera es similar a la de su predecesora. Donde encontramos un gran cambio es el amortiguador trasero, que ahora tiene un ajuste de precarga y rebote electrónico.
Los rines son algo que sin duda llamó nuestra atención, pues a simple vista parecen rines de rayos, pero estos no acaban en la base del rin si no en una pestaña lateral que nos ofrece lo mejor de los dos mundos, la robustez de un rin sellado y sin cámara, y la suavidad en el manejo y rendimiento de los rines radiales, ideales para cualquier terreno.
La seguridad que transmite la moto a pesar de sus 265 kg es sublime, desde la postura de manejo y la comodidad del asiento, nos transmite esa sensación de que todo está en equilibrio. Claro, esto también apoyado con un motor que se encuentra en la parte más baja del cuadro, siendo una moto alta. En ciudad, a pesar de ser muy grande, es bastante ágil e imponente, pero en carretera se convierte en una moto extremadamente cómoda. Lo poco que la probamos en terrenos irregulares, la suspensión delantera se comportó muy bien, pero atrás, con la regulación de precarga, hace mucho más cómodo el manejo en estos terrenos, aunque quizá unos neumáticos con tacos más agresivos le ayudarían a mejorar el manejo en estos terrenos.
