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Ópera para niños de todas las edades

Silvia Rittner lleva 10 años dedicada a acercar la ópera a los niños. Se ha vuelto una experta en adaptar las largas obras de Mozart, Verdi y Puccini a versiones cortas, en formato de cámara. Este aniversario tendrá una celebración especial en el Lunario del Auditorio Nacional.

Silvia Rittner lleva 10 años dedicada a acercar la ópera a los niños. Se ha vuelto una experta en adaptar las largas obras de compositores como W.A. Mozart, Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini a versiones cortas, en formato de cámara, en las que los highlights atrapan el oído de chicos y grandes. Un guiño interesante es que las historias son narradas.

Este aniversario tendrá una celebración especial en el Lunario del Auditorio Nacional -donde la Temporada de Ópera para niños cumple seis años de éxito- con un par de producciones de estreno: Livietta y Tracolo, de Giovanni Pergolesi, y Bastian y Bastiana, de Mozart, se presentarán en ese foro todos los domingos de julio.

Como parte de la estrategia para promover este género entre los niños, la compañía Arpegio Producciones realiza sus montajes con recursos teatrales como marionetas, máscaras y vestuarios de época diseñados con un concepto contemporáneo.

"El Auditorio Nacional, que tiene esta sede del Lunario, planteó la idea de formar públicos desde pequeños. Francisco Serrano me propuso participar en las transmisiones de la ópera del Met y desde entonces he trabajado en esto con mucho empeño", cuenta Rittner.

La aceptación del público ha quedado probada: los boletos siempre se agotan y por eso ahora el Lunario lanzó una preventa para la temporada de verano. Las entradas cuestan desde 230 hasta 350 pesos.

La experiencia es única. Los niños son acompañados por sus padres, tíos o abuelos que gozan las funciones a la par. "Disfrutan con un espectáculo para adultos porque no hay óperas para niños", agrega.

Livietta y Tracollo, que se presentará el 5 y 12 de julio, es la historia de dos pícaros que utilizan todo tipo de argucias para tomarse el pelo mutuamente. Los personajes resultan encantadores porque utilizan trucos infantiles, explica la creadora.

Bastian y Bastiana fue escrita por Mozart a los 12 años. Es una pieza ideal para que los niños se inicien en el arte operístico, considera Rittner, en la interpetación de una voz prestigiada en México como la de la soprano Irasema Terrazas; participan también el tenor Hugo Colín y el bajo Charles Oppenheim. La dirección escénica es de Jaime Matarredona y la musical de Isaac Raúl, quienes actualmente trabajan en la producción del musical El Rey León.

"Nuestro trabajo es hacer óperas clásicas reducidas para niños, con muchos elementos que los atraigan. Vienen niños de dos, tres años, que se quedan impactados", asegura Rittner. Algo que resulta sorprendente porque no hay traducción y las interpretaciones se hacen en idioma original.

"No hacemos traducción al español porque se pierde, se empobrece la musicalidad; en el supertitulaje ponemos emoticones. Nuestros directores son tan buenos que los niños comprenden lo que se está cantando en otro idioma", aclara la directora de estas puestas en escena que se han convertido en tradiciones. La intención última es aumentar el mercado operístico en México.

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