Arturo Fernández Téllez es uno de los coentíficos mexicanos más destacados en el tema de física de altas energías, además de siempre estar ocupado en la divugación pues le dijo al Conacyt que esto es un aspecto indispensable para impulsar la cultura científica.
Por tal motivo, decidió construir lo que denominó el piano cósmico, el cual hace las mismas funciones que un ACORDE, es decir, detecta cada vez que pasa una partícula. Pero para hacerlo más atractivo al público no científico, le añadió luz y sonido; así, cada vez que el piano cósmico detecta una partícula emite un sonido y un "flashazo".
"Asesorados por músicos, pudimos crear una especie de melodía cósmica que depende de la energía y la dirección con la que llegan las partículas subatómicas como electrones, muones y piones, las cuales son captadas por los minidetectores y generan un poco de energía, que es la que hace que funcionen nuestras bocinas y focos", dijo en entrevista con el Conacyt
Este piano, que surgió de un experimento científico, ya se ha convertido en un rock star, pues se ha presentado en los festivales de jazz más importantes de todo el mundo. Recientemente estuvo en el Festival de Jazz de Montreux, en Suiza.
Según un comunicado del Conacyt, Fernández Téllez proviene de una familia humilde del estado de Puebla, sin embargo, siempre buscó los mecanismos necesarios para lograr su sueño de ser un gran y productivo científico. Así, en la década de los 90 obtuvo tres becas en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para realizar primero su maestría, después su doctorado y posteriormente una estancia posdoctoral.
Su preparación le ha permitido colaborar en los proyectos de física de altas energías más importantes de todo el mundo como el Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab) y el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).
Hoy en día, además de participar en el proyecto A Large Ion Collider Experiment (ALICE) del LHC, Fernández Téllez es profesor de tiempo completo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y trabaja en la construcción de un ciclotrón para aplicar sus conocimientos de física de altas energías en la medicina.