En una semana marcada por el intercambio de ideas sobre el futuro de la movilidad, MOBILITY ADO participó activamente en dos foros clave donde convergieron expertos del sector público, privado y de la sociedad civil.
La ciudad de Puebla fue sede de la segunda edición de Círculos MOBILITY, un espacio de diálogo impulsado por la empresa que convocó a diversos actores para repensar el papel de la tecnología en las ciudades, no solo como herramienta, sino como aliada estratégica para mejorar la calidad de vida urbana.
Bajo el eje temático “Tecnología y eficiencia operativa”, la conversación en el foro giró en torno a una premisa contundente: la tecnología, por sí sola, no transforma; necesita datos, operación, gobernanza… pero, sobre todo, personas.
Uno de los temas centrales fue el aprovechamiento de datos en tiempo real para tomar decisiones que mejoren la seguridad vial y optimicen los recorridos. Se destacó también que profesionalizar al personal operativo representa más que una mejora técnica: es una transformación cultural.
Santiago Alanís, líder de electromovilidad en MOBILITY ADO, subrayó que el reto no está en incorporar más dispositivos tecnológicos, sino en darles sentido. “Lo importante es cómo alimentamos los sistemas con datos útiles, humanos y reales”, afirmó. Desde su experiencia, los datos permiten corregir desviaciones operativas casi en tiempo real y mejorar significativamente la experiencia del pasajero.
En esa misma línea, Diana Ávalos, directora de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), resaltó cómo herramientas aparentemente simples, como la tarjeta de transporte integrada, han abierto la puerta al análisis de datos más complejo. Esto ha permitido visibilizar nuevas formas de movilidad, como los llamados “viajes de cuidado”, que son desplazamientos cotidianos —realizados principalmente por mujeres— y que históricamente han sido ignorados en el diseño de los sistemas de transporte.
Por su parte, Juan Manuel Berdeja, representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), advirtió sobre una realidad preocupante: entre el 60 y 70% de la flota urbana en México opera fuera de norma. Desde su perspectiva, es urgente avanzar en políticas tarifarias, en la estandarización de la vida útil de las unidades y en la creación de mecanismos reales que permitan a concesionarios y operadores acceder a vehículos más seguros y eficientes. “No podemos seguir viendo la tecnología como un sistema aislado; es parte de un ecosistema abierto que debe integrarse con todas las modalidades del transporte urbano”, señaló.
En paralelo, durante el Smart City Expo Latam Congress, Santiago Alanís participó en el panel “Transición a la electromovilidad: superar las barreras técnicas de adopción”, donde enfatizó que, si bien la tecnología puede acelerar los procesos, su implementación efectiva requiere acuerdos de largo plazo entre gobiernos, operadores y comunidades.
Durante su intervención, compartió la experiencia de MOBILITY ADO en proyectos como el IE-TRAM en Yucatán o la Línea 3 del Metrobús eléctrico en Ciudad de México. Ahí, puso sobre la mesa un desafío clave: la infraestructura de carga y la urgencia de estandarización para evitar frenar el avance de la electromovilidad. “No se trata solo de llegar con un autobús eléctrico; hay que preguntarse dónde se carga, con qué estándar, con qué potencia y bajo qué modelo financiero”, explicó.
Ambos espacios dejaron una reflexión común: el futuro de la movilidad no se definirá por la tecnología más avanzada, sino por la capacidad de construir soluciones sostenibles, integrales y centradas en las personas. Porque al final, en cada decisión, cada ruta y cada kilómetro recorrido, debe prevalecer una certeza: no movemos unidades, movemos vidas.
