Un tiroteo en un salón de testigos de Jehová en Alemania dejó 6 muertos. El canciller, Olaf Scholz, exalcalde de Hamburgo, describió el incidente como “un acto de violencia brutal”.
Los padres de Saraí, quien padece de leucemia, habían rechazado el tratamiento que requería transfusiones debido a sus creencias religiosas.