política comercial

El aumento en la recaudación se está dando en un contexto de desaceleración económica, lo que sugiere una mejora en la eficiencia recaudatoria, lo cual es positivo.

Si se produce una contracción en las exportaciones mexicanas, será inevitable observar, ya no solo una pausa, sino un declive económico para el tercer trimestre.

Aún en este escenario de pausas y menores aranceles hacia China y hacia el resto del mundo, el nivel de proteccionismo de Estados Unidos es el más alto desde 1934.

La desaceleración ya se nota en otras facetas de la economía. Por ejemplo, la creación de empleos formales ha mostrado una caída sostenida.

Es posible que veamos este periodo como un punto de inflexión en el tablero geopolítico mundial, con la incógnita de quién saldrá en la cima de este reacomodo.

Las decisiones que no consideran el futuro pueden llevar a la pérdida de oportunidades de crecimiento o a un deterioro en la competitividad.

Donald Trump ha dicho que se han realizado varias reuniones de negociación con funcionarios chinos, aunque nunca ha dado mayores detalles.

La eventualidad de cambios drásticos tiende a inhibir los planes de inversión de las empresas y las compras de bienes duraderos de las familias, reduciendo el potencial económico en un horizonte más largo.

El ambiente económico es altamente volátil e incierto. No hay manera de concluir con certeza una tendencia clara para los próximos meses del año.

Esta fuerte contracción se atribuye principalmente a las políticas comerciales del presidente Donald Trump, cuyo punto de inflexión fue la imposición generalizada de aranceles el pasado 2 de abril, conocido como el “Día de la Liberación”.