Gasto social

Por una parte, está la creciente presión que ejerce el gasto público derivado de los programas sociales consolidados durante los últimos años, y por otra, la necesidad constante y urgente de respaldar financieramente a Pemex. Entre 2018 y 2024, los ingresos tributarios crecieron un 19.7 por ciento en términos reales. Aunque significativa, esta ganancia resulta insuficiente para hacer frente a la inercia expansiva del gasto.

La drástica ampliación de la brecha económica de Mexico respecto a Estados Unidos durante los seis años recientes pone de manifiesto que la desventaja mexicana obedeció a causas internas.

En países donde los gobiernos controlan la economía o tienen esquemas de planeación central el crecimiento es inferior o nulo.

Se está analizando con diversas instituciones financieras globales el efectuar una megarrestructura de la deuda financiera de Pemex.

En 2024 y 2025 seguiremos viendo cifras importantes de IED; podrían superar el récord de 36 mil mdd de 2023Avizora que los flujos de inversión del sector privado tomarán más impulso.

Estos rubros son parte del plan del Gobierno federal para atender la emergencia sanitaria de COVID-19, informó la SHCP.

El paquete privilegia el gasto social, pero hacerle llegar más dinero a los pobres sin el acompañamiento de inversiones y apoyos a sus actividades productivas.

Los 14 programas prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrán recursos por 285 mil 239 mdp, mayor al nivel estimado para el superávit primario.

Con la estrategia actual de reducir la inversión pública para canalizar mayores recursos a los distintos programas sociales existe el riesgo de que la tasa de crecimiento sea incluso menor en los próximos años.

Samuel Aguilar Solís indica que el gobierno solo llevará a un problema de fianzas públicas, de insistir en esta política de gasto social, regalando dinero.