Elon Musk

En un año, Elon Musk pasó de ser aliado clave de Trump a enfrentar caídas en Tesla, tensiones con SpaceX y polémicas con xAI. Más allá de sus rivales políticos o corporativos, su mayor amenaza es él mismo: decisiones impulsivas, promesas incumplidas y batallas públicas que ponen en riesgo el futuro de su imperio.

Elon Musk acusó a Apple de bloquear a Grok en su tienda de aplicaciones, favoreciendo a su viejo rival Sam Altman y a ChatGPT.

Tesla aprobó una adjudicación provisional de acciones para Elon Musk, que se harán efectivas si Musk continúa en su cargo como CEO.

Al igual que los países afectados con los aranceles de Donald Trump, OpenAI, Nvidia, Apple, Meta y otras empresas tecnológicas han vivido escenarios diferentes con el gobierno de EU.

No son enemigos externos los que desmoronan los sistemas democráticos, sino su incapacidad interna de generar confianza, resultados y dirección, casi siempre justificada en nombre del voto, de la legitimidad formal o de la defensa de una supuesta estabilidad.

Las acciones de Samsung subieron hasta un 3.5 por ciento.

Donald Trump negó que estuviera buscando arruinar el imperio empresarial de Elon Musk.

Tesla reportó una baja del 12 porciento en ingresos y una caída del 18 por ciento en el valor de sus acciones en 2025.

Tesla aún sufre las consecuencias del apoyo de Elon Musk a Donald Trump.

La valoración de SpaceX alcanza los 400 mil millones de dólares, posicionándola como la empresa privada más valiosa del mundo.