Tres años después de que radicales masacraron a asistentes a un concierto en la sala Bataclan y en otros puntos de París, la amenaza terrorista en Francia sigue siendo elevada.
Salah Abdeslam fue condenado a 20 años de prisión por intento de homicidio tras el tiroteo de marzo de 2016, días antes de su arresto en Bruselas en 2016.