CIUDAD DE MÉXICO. La herida continúa abierta, sí el dolor de perder a un familiar es difícil de describir, lo es más cuando no tienes el cuerpo del mismo para darla cristiana sepultura. Ayer se cumplieron ocho años de la muerte de 65 mineros en una mina de carbón en San Juan de Sabinas, de la región de Nueva Rosita, Coahuila, al día de hoy sólo se recuperaron dos cuerpos, el resto, continúa en las entrañas de la mina.
Ante un "Polanco" indiferente, familiares de los mineros muertos en ese fatal accidente, se dieron cita a las afueras del corporativo Grupo México –empresa minera- para llevar a cabo una misa por sus familiares. Ante los ojos de propios y extraños, padres jesuitas exigieron, tanto a autoridades gubernamentales, como empresa, para el rescate de los 65 cuerpos.
Minutos antes de que se llevara a cabo el acto religioso, los familiares de los mineros muertos realizaron una corta procesión en la calle de Moliere, en la colonia Polanco. Con cruces de manera, donde estaban grabados los nombres de cada una de las personas fallecidas en ese accidente de la mina de Pasta de Conchos, mujeres y niños, cantaban su dolor.
La misa corrió a cargo del padre jesuita Sergio Cobo, quien estuvo acompañado por otros sacerdotes, entre ellos el padre Pedro Reyes. Ambos prelados se pronunciaron por "un basta ya, no queremos ni un muerto más, no queremos que nadie entre en una mina insegura, no queremos que nadie se vuelva a exponer, que nadie se quede abandonado, que nadie vuelva a sufrir lo que nosotros hemos sufrido".
La misa inició con la presentación de niños y jóvenes, hijos de algunos mineros muertos en la explosión de la mina de Pasta de Conchos. Fue "doña Trinidad", presidenta de la agrupación Pasta de Conchos, fue la encargada de dar su sentir por esta pena que enluto a decenas de familias mexicanas.
Con palabras entre cortantes, "Doña Trini", madre de Raúl Villasana Cantú uno de los mineros muertos, dijo que ellos han vivido en la injusticia "el no poder tener a nuestros seres queridos en el camposanto".
Lamentó que en otros accidentes se hayan rescatado los cuerpos de los mineros muertos y en el caso de ellos "no les quieran entregarlos", por ello exigió al gobierno que los escuche, que lo piden es justicia, no dinero.
Entrevistada al término de la misa, María Trinidad Cantú, "Doña Trini", puntualizó que lo que ellos han pedido desde el accidente de hace ocho años, son los restos de "nuestros hijos y de todos los compañeros", para tener una tranquilidad.
Recordó que las instancias gubernamentales –secretarías de Trabajo, Gobernación Economía y al Sindicato de Mineros- les cerraron las puertas, por ello se fueron con instancias internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Mencionó que la empresa ya se deslindó del caso, "vamos luchando contra lobos", por ello, dijo, pedimos que los rescaten, así como mejorar las condiciones de seguridad de los actuales mineros.