Sociedad

Agilizan entrada a colegio privado; escuela pública sufre por caos en Masaryk

En el Colegio Ciudad de México se aplicó un operativo vial, y en el que se modificó el sentido de la calle Hans Christian Andersen, lo que agilizó el tránsito de la zona, sin embargo en la escuela pública, Ida Appendini, no lo hubo, por lo que padres y alumnos tuvieron que sortear la zona de obras en Masaryk.

CIUDAD DE MÉXICO. Mientras que en los alrededores de la escuela privada Colegio Ciudad de México se aplicó un operativo con policías auxiliares que implicó modificar el sentido de la calle Hans Christian Andersen, en Polanco, para agilizar la entrada a clases, en la escuela secundaria pública Ida Appendini, niños y papás tuvieron que sufrir congestionamiento vial y atravesar Masaryk, que por la obra de remodelación que se realiza, está llena de lodo.

En la secundaria pública, ubicada en la calle de Bernard Shaw, no hubo un operativo vial que agilizara la llegada de los padres en automóvil ni se modificó el sentido de ninguna vialidad para ayudar a librar las complicaciones que ocasiona la remodelación de Presidente Masaryk.

En esa escuela, los padres quedaron sorprendidos por la falta de señalización y de avisos sobre el cierre del acceso a la calle de Bernard Shaw desde Masaryk.

Algunos incluso se mostraron preocupados por la cercanía de la obra con la escuela, pues consideraron que puede ser un riesgo.

La calle de Sócrates fue un caos porque los automovilistas hacían descender allí a sus hijos para que atravesaran caminando la zona de obra de Masaryk.

El escenario fue distinto en el Colegio Ciudad de México, en donde desde la semana pasada, las autoridades del gobierno delegacional en Miguel Hidalgo, encabezado por Víctor Hugo Romo, anunciaron que se modificaría el sentido de Hans Christian Anderson para que desde Campos Elíseos pudieran entrar a la calle de Polanco, en donde está el acceso a la primaria.

Algunos vecinos se mostraron molestos por la preferencia que se dio sólo a una escuela, privada, en la que, dicen, estudia la hija del jefe delegacional Víctor Hugo Romo.

"Es una vergüenza que los niños de la escuela pública tengan que atravesar el lodo sin que les hayan avisado con tiempo. En esa secundaria, se daban 10 minutos de tolerancia, con las obras dan una hora porque no llegan a tiempo porque no hay paso por ningún lado", dijo María Teresa Ruiz, integrante de la asociación La Voz de Polanco.

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