Hace unas semanas te hablamos del tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer en etapas tempranas y ahora platicaremos sobre el dolor oncológico, un síntoma común de este padecimiento que no afecta a todos los pacientes.
Existen diversas razones por las que se presenta este padecimiento, entre ellas, la presencia de tumores, cirugía, quimioterapia o radioterapia.
El dolor oncológico depende de distintos factores, entre ellos, del tipo de cáncer, en qué fase está, la zona donde se sitúa y hasta la tolerancia al dolor, según explica la Clínica Mayo.
Por ejemplo, el cáncer causado por un tumor ejerce presión sobre los nervios, los huesos e incluso algunos órganos. Al ser un crecimiento anormal, en ocasiones también libera ciertos químicos causantes del dolor oncológico.
¿Cuál es el tratamiento contra el dolor oncológico?
El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos detalla que es necesario hacer una serie de exámenes físicos e incluso neurológicos, para conocer la causa del dolor oncológico y descartar alguna anormalidad o posible reacción secundaria.
Hay pacientes que ya terminaron el tratamiento contra el cáncer, pero todavía sienten algún tipo de dolor, lo que ocasiona ansiedad y depresión ante la enfermedad.
Por esa razón, el Instituto Nacional del Cáncer recomienda tratar el dolor oncológico en cualquier fase. El tratamiento del dolor oncológico es diferente al que se recibe para el cáncer.
Además, para cada paciente es necesario un plan personal que tome en cuenta su historial clínico, explica el Instituto. Las opciones dependen de las causas del malestar, así como la intensidad del dolor.
La recomendación principal es que el paciente le avise a su médico sobre el dolor que siente para que le recete los medicamentos adecuados. Algunas de las opciones son:
- Analgésicos de venta libre como aspirina o ibuprofeno para dolor leve. Por sus efectos secundarios, es mejor consultar con el médico antes de tomarlos.
- Medicamentos opioides, como el fentanilo médico, para tratar el dolor de moderado a grave.
- Antidepresivos, anticonvulsivos y esteroides, que se venden con receta médica.
- Procedimientos que bloquean los signos del dolor que funcionan como anestésicos.
- Medicina alternativa como masajes, terapia y meditación.
¿Por qué algunos médicos no ofrecen tratamiento para el dolor oncológico?
Existe la idea de que el dolor es parte del cáncer o del tratamiento contra dicha enfermedad; sin embargo, no siempre es así, por eso la importancia de mantener la comunicación con el médico.
Cuando un paciente comparte con el médico todos sus síntomas, por mínimos que sean, se abre la posibilidad de encontrar alternativas para aliviar ese dolor.
Según la Clínica Mayo, otras razones por las que no son tan comunes los tratamientos contra el dolor oncológico son:
- Poca disposición de los médicos para preguntar sobre éste y ofrecer tratamiento.
- Rechazo de la gente a mencionar su dolor por temor a la respuesta.
- Miedo a la reacción de las medicinas para tratar el dolor oncológico, así como los efectos secundarios.
Alternativas para pedir ayuda en caso de dolor oncológico
A pesar de lo difícil que es, en algunos casos, identificar el dolor oncológico, estas son algunas características a tomar en cuenta por los pacientes para expresarlas al médico:
- El primer paso es analizar en qué momento comenzó el dolor, si antes, durante o después del tratamiento contra el cáncer.
- Identificar qué tan intenso es el dolor, así como si es leve o constante.
- Identificar la zona del dolor, junto con la posible causa.
- Mantenerse alerta si el dolor empeora o mejora.
- Si se ha tomado algún tipo de medicamento.
Una opción que sirve es medir con una escala del 1 al 10 la intensidad del dolor, donde el 10 significa “el peor que te puedas imaginar” y compartir esa referencia con el doctor.
Esta escala servirá como herramienta para no normalizar el dolor y evitar posibles complicaciones en los pacientes con cáncer.
