Los medicamentos que refuerzan el sistema inmunológico para combatir enfermedades muestran resultados prometedores en el tratamiento contra el cáncer en etapas tempranas, un desarrollo preparado para expandir su uso y transformar la atención para enfermedades persistentes como el cáncer gástrico y de colon.
Los tratamientos de inmunoterapia como Opdivo, de Bristol Myers Squibb, Imfinzi, de AstraZeneca PLC, y Tecentriq, de Roche Holding AG, se han convertido en los más vendidos al aumentar los tiempos de supervivencia en una serie de cánceres avanzados.
Ahora, los tratamientos de inmunoterapia demuestran ser eficaces contra cáncer en etapas tempranas e intermedias, según los resultados de ensayos clínicos que se presentarán en la reunión de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago.
Un punto destacado es que los fármacos previenen las recurrencias en tumores operables con alto riesgo de recaída.
¿Cómo se usa la inmunoterapia contra el cáncer?
“Estamos descubriendo que la inmunoterapia puede ser más eficaz cuando la carga tumoral es menor”, afirmó Jean Bourhis, oncólogo del Hospital Universitario de Lausana (Suiza), quien dirigió un estudio en pacientes con carcinoma escamocelular de cabeza y cuello. “La clave está en su aplicación temprana”, dijo.
El tratamiento para este tipo de cáncer de cabeza y cuello no ha cambiado sustancialmente en dos décadas.
El uso de Opdivo de Bristol en el estudio redujo la tasa de recurrencia en casi una cuarta parte después de tres años, al utilizarse después de la cirugía para ayudar a prevenir una recaída.
Este avance podría afectar a aproximadamente el 40 por ciento de las personas diagnosticadas con cáncer, afirmó Bourhis.
En un estudio patrocinado por AstraZeneca, los investigadores descubrieron que el uso del medicamento Imfinzi redujo en 29 por ciento las probabilidades durante un período de dos años de que un tipo de cáncer gástrico o de la unión gastroesofágica operable recayera o progresara.
El desarrollo prepara el terreno para un nuevo estándar mundial de atención para estos cánceres, que son particularmente comunes en Asia, dijeron los médicos.
En un estudio sobre el cáncer de colon, patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer, los oncólogos descubrieron que agregar Tecentriq de Roche a la quimioterapia estándar utilizada después de la cirugía aumentó significativamente el número de pacientes que estaban vivos y libres de la enfermedad después de tres años.
El hallazgo representa un avance, dijo el investigador principal del estudio, y podría ayudar a aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes con cáncer de colon operable que se ha propagado a los ganglios linfáticos.
‘Hay potencial para curar a pacientes con cáncer en etapas tempranas’
“Tenemos un potencial real para curar a muchos de estos pacientes”, dijo en una entrevista el investigador y oncólogo de Mayo Clinic, Frank Sinicrope.
Para las empresas, ampliar el uso de medicamentos inmunes a cánceres en etapas más tempranas proporciona una nueva fuente de ingresos a un grupo cada vez más antiguo de grandes éxitos.
“Esto representa una oportunidad comercial”, afirmó Susan Galbraith, vicepresidenta ejecutiva de investigación oncológica de AstraZeneca.
La compañía ha conversado con los organismos reguladores sobre la posibilidad de que el fármaco obtenga la aprobación para el nuevo caso de uso, añadió, negándose a detallar el estado de dichas conversaciones.
Keytruda, la inmunoterapia de Merck, que se presenta en múltiples estudios en la ASCO, demuestra lo lucrativo que puede ser el tratamiento temprano de la enfermedad.
Se ha convertido en el medicamento más vendido del mundo gracias, en parte, a su uso en el cáncer en etapa temprana.
De los 41 usos aprobados del fármaco, nueve son actualmente para la enfermedad en esta fase.
El tratamiento temprano del cáncer es “donde está nuestro crecimiento”, declaró Dean Li, jefe de investigación de Merck, el jueves en una conferencia de inversores.
“Pero no se trata solo de crecimiento económico. Aquí es donde se puede curar a los pacientes”, agregó.
Uso de la inmunoterapia representa nuevas formas de tratamiento contra el cáncer
Los nuevos resultados de la inmunoterapia en el cáncer de cabeza y cuello están a punto de revolucionar décadas de práctica médica.
Para los pacientes con una forma agresiva de cáncer de cabeza y cuello, el tratamiento de primera línea tradicional consistía en extirpar quirúrgicamente el tumor y usar quimioterapia y radioterapia para controlar la enfermedad.
El estudio Opdivo mostró que agregar el medicamento al tratamiento estándar redujo el riesgo de recurrencia del cáncer tres años después del tratamiento en un 24 por ciento.
Este hallazgo surge tras un exitoso estudio en cabeza y cuello con Keytruda, el fármaco rival de Merck.
En un amplio estudio presentado en abril, Keytruda redujo el riesgo de recaída al usarse antes y después de la cirugía en pacientes de cabeza y cuello.
Este posible nuevo uso es revisado por los organismos reguladores estadounidenses.
En el estudio de AstraZeneca presentado en ASCO, el uso de Imfinzi antes y después de la cirugía pudo aumentar el número de personas vivas sin recurrencia o progresión de la enfermedad después de dos años al 67.4 por ciento desde el 58.5 por ciento.
“Para los pacientes con alto riesgo de recaída, esto brinda nuevas esperanzas de supervivencia a largo plazo”, afirmó Yelena Y. Janjigian, del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering de Nueva York, investigadora principal del estudio. “Es un logro muy importante”.
Will Murray, detective retirado de la policía de Nueva York de 52 años, descubrió que tenía un tumor en la unión del esófago y el estómago en abril de 2022.
Era operable, pero corría un alto riesgo de recaída. En una entrevista, dijo que la alta tasa de mortalidad de este tipo de cáncer lo aterrorizaba.
Pero Murray recibió una de las últimas plazas en el estudio de AstraZeneca y entró en el grupo de inmunoterapia.
Su tumor empezó a reducirse incluso antes de la cirugía. Y desde la operación, no ha vuelto a aparecer, aunque sufrió deficiencia de tiroides, un efecto secundario de los fármacos de inmunoterapia.
Murray ahora tiene que comer con cuidado y no puede dormir en posición horizontal debido a la operación de estómago, pero en general puede llevar una vida normal, incluyendo largos paseos y excursiones con su novia.
Atribuye al ensayo de inmunoterapia el haberle ayudado a mantener a raya sus tumores. “Me salvó la vida”, dijo Murray.
