Salud

Inicia la temporada de frío: ¿Cómo distinguir entre bronquitis, bronquiolitis, neumonía y gripe?

Observar más de cerca tus síntomas puede ayudarte a determinar si tienes una gripe, una neumonía o una bronquitis.

En los casos más graves de gripe, los pacientes pueden desarrollar cuadros más graves de neumonía. (Shutterstock)

Estamos entrando a la temporada de frío y además del COVID-19 y la gripe, una de las preocupaciones más frecuentes entre las familias es contraer alguna enfermedad respiratoria o pulmonar que pueda agravarse con el tiempo.

La bronquitis y la bronquiolitis son algunas de las afecciones pulmonares más frecuentes en niños lactantes, así como las neumonías o pulmonías, aunque en realidad estas dos últimas son lo mismo: una infección aguda en los pulmones que afecta principalmente los pequeños sacos de aire (alvéolos) y a los tejidos que los rodean.

Los síntomas entre una y otra enfermedad pueden ser similares, por lo que aquí te traemos una breve guía para saber cómo identificar cada condición.

¿Cómo saber si es bronquitis o bronquiolitis?

La bronquitis es una inflamación de los bronquios que llevan el aire hacia adentro y fuera de los pulmones. La mayoría de las veces es causada por infecciones, aunque generalmente se debe a los virus.


En cambio, la bronquiolitis se define como la inflamación de los bronquios propia de los más pequeños, esto debido a una infección causada por el virus respiratorio sincitial o VRS.

Así lo explicó Rosario Menéndez, directora del programa de investigación de neumonías de SEPAR y miembro del Instituto de investigación Sanitaria de La Fe de Valencia en entrevista con el portal médico especializado Infosalus.

De acuerdo con la Sociedad Española de Neumología Pediátrica, la bronquiolitis es una infección de los pulmones y del aparato respiratorio característico en menores de dos años.

Dicha infección puede aparecer en cualquier época del año, aunque es más común que se presente durante los meses de invierno y en la primavera, es decir, desde noviembre hasta hasta marzo o abril.

Síntomas de la bronquiolitis

Los episodios de esta enfermedad suelen durar alrededor de una semana y pasado ese tiempo es notable una recuperación, aunque la experta advierte que, en algunos casos, esta infección puede provocar problemas respiratorios futuros, en especial, en los menores que tuvieron que ser hospitalizados.

Advierte que durante los siguientes meses o años, sus resfriados serán similares a los de la bronquiolitis inicial:

  • Fiebre.
  • Dificultad para respirar.
  • Zumbido en el pecho.

Sobre esta enfermedad, se recomienda procurar cuidados al menor como bajarle la fiebre, mantenerlo hidratado, realizar lavados nasales frecuentes y mantenerlo incorporado, ya que esto le ayudará a respirar mejor.

Síntomas de la bronquitis

El Instituto de investigación Sanitaria de La Fe de Valencia señala que esta afección es causada principalmente por un virus, aunque en ocasiones puede darse tras la inhalación de humo, gas tóxico, o cualquier otro contaminante. Se trata de infecciones más leves que recibirán tratamiento sintomático y no siempre antiviral.

La bronquitis se manifiesta a través de síntomas como:

  • Tos.
  • Expectoración (expulsión, por medio de la tos, de materias contenidas en tráquea, bronquios o pulmones.)
  • En ocasiones, fiebre.

¿Es gripe o neumonía? Así puedes saberlo

En el caso de la gripe, la especialista indica que algunos pacientes pueden desarrollar una neumonía en los casos más graves. Por lo general su “onda epidémica” se da a finales de diciembre y sube durante enero y febrero, aunque puede prolongarse más.

Entre los síntomas de la gripe destacan fiebre, dolor muscular y malestar general que usualmente se tratan con antiinflamatorios, pero “en personas más vulnerables puede provocar una neumonía que le lleve al hospital”, señaló la neumóloga.

Síntomas de la gripe

  • Dolor de cabeza.
  • Dolor de garganta.
  • Secreción nasal.
  • Cansancio.
  • Estornudos.
  • Posible fiebre.

Síntomas de la neumonía

  • Fiebre alta.
  • Fatiga extrema.
  • Respiración con dificultad.
  • Tos (que puede ir acompañado con mucosidad o sangre)
  • Sudoración.
  • Dolor de pecho.

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