Las personas con trastornos por uso de sustancias tienen un mayor riesgo de infección por COVID-19 y de resultados adversos de la infección, aún cuando están vacunadas, sugiere un nuevo estudio.
A casi dos años del registro del primer caso de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 aún se desconocen muchas cosas, tanto de la infección como acerca de la eficacia de las diferentes vacunas disponibles.
Un estudio, publicado en la revista médica World Psychiatry y llevado a cabo en Estados Unidos, evaluó el riesgo, las tendencias temporales y las disparidades de la infección por COVID en pacientes con trastornos por uso de sustancias completamente vacunados a partir de los 14 días posteriores a la finalización de la vacunación.
Se incluyó a 579 mil 372 personas que estaban completamente vacunadas entre diciembre de 2020 y agosto de 2021 y no habían contraído la infección antes de la vacunación.
Descubrieron que el riesgo de infección irruptiva osciló entre el 6.8 por ciento para el trastorno por consumo de tabaco y el 7.8 por ciento para el trastorno por consumo de cannabis, todos significativamente más altos que el 3.6 por ciento en la población sin trastornos por uso de sustancias.
El estudio también encontró que las condiciones de salud concurrentes de estas personas, así como los determinantes socioeconómicos, más comunes en los individuos con trastornos por uso de sustancias fueron, las posibles causas del mayor riesgo a la infección por COVID.
“La mayor tasa de infección irruptiva en pacientes con estos trastornos activos podría deberse en parte a comportamientos que los colocan en situaciones de mayor riesgo de infección, o a los efectos de las drogas, como la depresión respiratoria con el consumo de opioides o el impacto adverso del cannabis en el sistema inmunológico”, señalaron los investigadores.