El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del COVID-19, podría reducir el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que afectaría la función de las neuronas y, en ultima instancia, las mataría.
Hasta ahora cada vez es más claro que el COVID daña el cerebro, ya que se han descubierto diversos mecanismos mediante los cuales ataca a este órgano, así como afecciones relacionadas, tales como la pérdida de memoria y accidentes cerebrovasculares, de acuerdo con la revista científica Nature.
Investigadores del University College London descubrieron que el virus SARS-CoV-2 es capaz de infectar a células ubicadas en los organoides cerebrales, las cuales son muy parecidas a los pericitos, unas células que se encuentran en pequeños vasos sanguíneos llamados capilares en todo el cuerpo, incluido el cerebro.
Mediante el análisis de rebanadas de cerebro de hámster, los científicos descubrieron que el virus bloquea el funcionamiento de los receptores en los pericitos, lo que hace que los capilares del tejido se contraigan, lo cual a su vez podría estar determinando a algunas lesiones permanentes como los accidentes cerebrovasculares de vasos pequeños.
Otros mecanismos por los cuales el virus irrumpe en el cerebro
Otro estudio sugiere que el virus SARS-CoV-2 puede infectar a los astrocitos, un tipo de célula que abunda en el cerebro y tiene muchas funciones, como el suministro de nutrientes a las neuronas para que sigan funcionando.
Los astrocitos infectados podrían explicar algunos de los síntomas neurológicos asociados con el COVID-19 como la fatiga, la depresión, la confusión y el olvido. Si bien es posible que este tipo de síntomas no reflejen el daño neuronal, sí podrían reflejar disfunciones de algún tipo.
Otro mecanismo de ataque al cerebro por parte del nuevo coronavirus podría ser causado por el propio sistema inmunológico.
Existe una creciente evidencia de que algunos síntomas y daños neurológicos son el resultado de la reacción exagerada del sistema inmunológico del cuerpo después de encontrarse con el virus SARS-CoV-2.
En un estudio para encontrar nuevos tratamientos contra la infección, científicos aislaron anticuerpos contra el COVID de personas y encontraron que podían proteger a hámsteres de infecciones y daños pulmonares. Sin embargo, también descubrieron que algunos de los anticuerpos podrían unirse al tejido cerebral, por lo que podrían dañarlo.