Los jóvenes de 16 a 30 años que enferman de COVID-19 leve pueden presentar síntomas persistentes del virus hasta seis meses después de la infección, sugiere un estudio.
Los síntomas persistentes fueron la pérdida del gusto y/o el olfato, fatiga, disnea, alteración de la concentración y problemas de memoria, detallaron investigadores noruegos en el estudio publicado en la revista médica Nature Medicine.
Para la investigación, se analizaron 312 pacientes, 247 aislados en el hogar y 65 hospitalizados, que comprenden el 82 por ciento del total de casos en la ciudad de Bergen durante la primera ola pandémica en Noruega.
A los 6 meses, el 61 por ciento de todos los pacientes tenían síntomas persistentes, que se asociaron de forma independiente con la gravedad de la enfermedad inicial, el aumento de los anticuerpos convalecientes y la enfermedad pulmonar crónica preexistente.
“Encontramos que el 52 por ciento de los adultos jóvenes aislados en el hogar, de 16 a 30 años, tenían síntomas a los 6 meses”, señalaron los investigadores. “El grupo de edad más joven (0 a 15 años) rara vez sufrió síntomas persistentes”.
No obstante, la frecuencia de la mayoría de los síntomas aumentó con la edad en la población del estudio, por ejemplo, la alteración del olfato y/o gusto fue más frecuente en personas menores de 46 años.
Por otro lado, los investigadores también encontraron que los anticuerpos específicos de SARS-CoV-2 detectados después de dos meses fueron significativamente más altos en pacientes hospitalizados que en pacientes aislados en el hogar.
“Aunque se ha informado anteriormente que los pacientes hospitalizados por COVID-19 grave con frecuencia sufren síntomas a largo plazo, encontramos que más de la mitad de los pacientes con enfermedad leve a moderada aislados en el hogar con COVID-19 todavía padecían síntomas seis meses después de la infección”.
“Es preocupante que los jóvenes no hospitalizados (16-30 años) sufran síntomas potencialmente graves, como problemas de concentración y memoria, disnea y fatiga, medio año después de la infección. Particularmente para los estudiantes, tales síntomas pueden interferir con su aprendizaje y progreso en el estudio”, indicaron.