El Ejecutivo federal envió a la Cámara de Diputados una propuesta de reformas a la Ley del Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), para extender la cobertura de sus créditos, universalizarlos y fortalecer la capacidad de recuperación de la cartera vencida.
La iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto busca armonizar esta ley con el artículo 103 Bis de la Ley Federal del Trabajo que establece que "el Fonacot tiene como esencia otorgar crédito a los trabajadores, procurando las mejores condiciones de mercado, y facilitarles su acceso a los servicios financieros que promuevan el ahorro y la consolidación de su patrimonio".
El documento destaca que de enero a diciembre de 2013 el Instituto financió 10 mil 523 millones de pesos, lo que representó un incremento de 23.1 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2012, y registró una recuperación total de cartera en 2013 por 12 mil 259.5 millones de pesos, esto es, un aumento de 19 por ciento con respecto a la cifra del año anterior.
Precisa que, dado el mayor financiamiento, durante el 2013 se registraron 234 mil 551 nuevos trabajadores ante el instituto; sin embargo, añade, es necesario reformar la Ley a fin de introducir figuras que tiendan hacia el otorgamiento de recursos en las mejores condiciones de mercado.
Por ello subraya que es indispensable que el Fonacot pueda instrumentar acciones y participar en programas y proyectos que tengan por objeto el acceso al crédito por parte de los trabajadores, así como a otros servicios financieros en las mejores condiciones de mercado.
Además busca garantizar créditos y valores relacionados con el financiamiento a los trabajadores otorgados o emitidos por entidades financieras; propiciar acciones conjuntas de financiamiento y asistencia con otras personas públicas o privadas, y realizar los estudios económicos, sociales y financieros necesarios para el desarrollo de su objeto.
En cuanto a la capacidad de recuperación de créditos, detalla que si ésta es oportuna, el Fonacot podrá preservar su solidez financiera y continuar otorgando crédito a los trabajadores en las mejores condiciones de mercado, ya que el deterioro de su cartera crediticia lo obligaría a constituir niveles crecientes de reservas preventivas, ocasionando tasas de interés más elevadas para los trabajadores.
