Nuevo Nayarit-Vallarta. – La 88 Convención Bancaria, que se celebró el jueves y viernes aquí, dejó dos mensajes importantes.
Uno, quizá el más importante, es la incorporación de nuevas instituciones de tecnología financiera (Fintech) al sector bancario, con nuevas autorizaciones de licencias para operar.
Durante su participación en la inauguración de esta Convención Bancaria, la gobernadora del Banco de México (Banxico), Victoria Rodríguez, señaló que la entrada de nuevos participantes y el uso de servicios financieros por medio de canales digitales, pueden crear un entorno más competitivo que se traduzca en más oferta, menores costos y mayor bienestar para los usuarios.
Dijo que entre las acciones que el Banxico ha llevado a cabo, “recientemente hemos participado en la autorización de licencias bancarias a seis nuevas entidades, varias de ellas con modelos de negocio de avanzada”.
Además, continuó, el banco central participó en la autorización de la operación de 86 instituciones de tecnología financiera.
“Estos nuevos intermediarios están reconfigurando el sistema financiero, haciendo prevalentes la digitalización e innovación en favor de los usuarios y de la eficiencia en la intermediación”, dijo la banquera central.
Por su parte, en la sesión de clausura y cambio de presidencia de la Asociación de Bancos de México, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jesús de la Fuente, informó que, a la fecha, “tenemos en operación 52 bancos múltiples y durante este último año se han autorizado tres nuevos bancos 100 por ciento digitales”.
Con Revolut, Banco Plata y Nu, “ya tenemos siete que son los bancos 100 por ciento digitales autorizados en México”, dijo el titular del organismo regulador y supervisor.
De la Fuente aseguró que, en cuanto a su facultad de autorización, “estamos también en proceso de análisis de las solicitudes para la operación de siete bancos múltiples, que se presentaron en el transcurso del año pasado y este año”.
Esto es un botón de muestra del interés para la inclusión de nuevos participantes en el sector, sobre todo digitales, que no sólo contribuyen a complementar la oferta existente, sino a fomentar la inclusión financiera, eficiencia operativa y competencia entre instituciones.
De acuerdo con los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024, elaborada por la CNBV y el INEGI, el porcentaje de personas en México con al menos un producto financiero –cuenta de ahorro, crédito, seguro o afore– es de 76.5 por ciento, prácticamente 8 de cada 10 personas.
Sin embargo, “la inclusión sigue siendo un reto amplio que tiene como siguiente frontera lograr la democratización del sector financiero”, expuso el secretario de Hacienda, Edgar Amador.
Para alcanzar ese propósito, abundó, la adopción estructural de nuevas tecnologías tanto en la prestación de los servicios financieros como en la generación y afectación de pagos son poderosas herramientas.
No hay duda de que en los últimos años se ha observado una mayor digitalización bancaria en el país, que plantea retos importantes.
El segundo mensaje fuerte de la Convención Bancaria fue el señalamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum en el sentido de lograr una mayor penetración crediticia en la economía mexicana.
Durante su presentación en la sesión inaugural, dijo que “las utilidades de la banca comercial han crecido, hay una alta rentabilidad de la banca múltiple en México, pero tenemos un problema, y es el acceso al crédito de las y los mexicanos”.
La mandataria expuso que “si nos comparamos (…) con Chile –donde el crédito al sector privado representa 110 por ciento del PIB– para tener una economía similar, o con Brasil, o con Alemania, Italia, Turquía, Perú, Colombia, el acceso al crédito de las y los mexicanos solamente alcanza el 33 por ciento (del PIB). Y un objetivo del gobierno y la banca tiene que ser el mayor acceso al crédito, si queremos que haya no solamente crecimiento, sino fundamentalmente bienestar para las y los mexicanos”.
Esto no deja duda de que el sistema bancario mexicano aún es poco profundo comparado con los estándares internacionales y con otras economías emergentes de desarrollo similar al nuestro.
La falta de profundidad del sistema se traduce en que 23.5 por ciento de la población adulta en México no tiene un solo producto financiero. Ese es el espacio de inclusión financiera, de entrada.