Conformado por 51 instituciones, México tiene un sector bancario solvente, suficientemente capitalizado y con expansión del crédito, pero altamente concentrado.
En materia de crédito, la banca comercial, en marzo de este año, registró una tasa de crecimiento de 9 por ciento en términos reales y a tasa anual en la cartera vigente al sector privado, según datos del Banco de México.
Si el PIB nacional registró un crecimiento anual de 0.6 por ciento para el periodo enero-marzo de 2025, con cifras desestacionalizadas, el crédito bancario creció 15 veces más.
Al interior de la cartera bancaria, destaca el crédito al consumo, con un repunte de 13.8 por ciento real, seguido del canalizado a las empresas, con un incremento de 11.2 por ciento, y del destinado a la vivienda, con un aumento de 2.7 por ciento, lo que sugiere cautela sobre el pago de una hipoteca.
Estas cifras de actividad crediticia son en términos reales –descontado el efecto de la inflación nacional– frente a sus niveles de marzo de 2024.
Si no se descontara la inflación de los últimos 12 meses, el crédito de la banca al sector privado mostraría un crecimiento aún más acelerado en sus principales componentes.
El sector de la banca múltiple en México presenta niveles de capitalización elevados, del orden de 19 por ciento, muy superiores al mínimo regulatorio de 10.5 por ciento, así como indicadores de morosidad estables, en torno a 2 por ciento.
Además, el Coeficiente de Cobertura de Liquidez, un indicador sobre la suficiencia de liquidez para enfrentar un evento de estrés durante 30 días, se sitúa en un promedio de 330 por ciento, tres veces el mínimo requerido de 100 por ciento.
El crecimiento de la cartera y la posición financiera del sector bancario se atribuyen principalmente a la evolución del grupo de los bancos de importancia sistémica, conocido como G8, lo que refleja una alta concentración entre los principales participantes, según un análisis de HR Ratings.
A partir de la separación de Banamex de Citigroup, donde Citi México se enfocará en la banca corporativa e institucional, mientras que Banamex continuará en la banca de consumo y empresarial, el grupo de bancos que representan un riesgo sistémico local pasó de 7 a 8.
Los bancos de importancia sistémica local continúan siendo preponderantes dentro del espectro de financiamiento bancario en México.
Este grupo de G8 representa el 75 por ciento de los activos totales del sistema; aproximadamente el 80 por ciento de la cartera de crédito está compuesto por los 8 bancos, y la utilidad del sector, que en 2024 fue de un máximo histórico de 288 mil millones de pesos, en 80 por ciento se explica por el comportamiento de las mismas instituciones.
En tanto, sin los elevados niveles en la tasa de referencia, pues la trayectoria esperada de política monetaria del Banco de México apunta a la extensión del ciclo de recortes este año y el próximo, la generación de ingresos por intereses, que en 2024 fueron históricamente altos para el sector, con mil 794 millones de pesos, se verá afectada.
La banca mexicana se mantiene solvente, con indicadores de capitalización y liquidez superiores a los mínimos regulatorios, pero con niveles de concentración elevados.
Sobre la creciente preferencia por servicios y productos en línea, el sector bancario continúa con una tendencia hacia la digitalización e innovación tecnológica, lo que transforma el panorama financiero y favorece la inclusión y competencia, analiza HR.
La digitalización bancaria ha permitido el incremento de usuarios de la banca móvil y una mayor eficiencia operativa por medio de plataformas digitales.
Al cierre de 2024, el número de usuarios de banca móvil fue de 94 millones, fomentando la inclusión financiera, el acceso al financiamiento a personas con un historial crediticio emergente y la entrada de nuevos participantes en el sector bajo el modelo digital o fintech.
Esto también plantea nuevos retos derivados del crecimiento de la tecnología en el sector, como identificar oportunamente las amenazas de ciberseguridad y robustecer la regulación en la materia.
La buena noticia es que la digitalización bancaria está llamada a jugar un papel relevante en términos de la inclusión financiera, eficiencia operativa y competencia entre participantes.