La Feria

Sí, sobreviviremos a Trump… pero ¿a nosotros mismos?

Trump es un factor que ha posibilitado a Claudia Sheinbaum galvanizar su liderazgo. Qué bueno. Ahora toca cabeza fría e ideas eficaces para crecer mucho más, pacificar el país y lidiar con la esperpéntica elección judicial.

Pasados los primeros 100 días de Trump 2, el relativo desgaste del mandatario de Estados Unidos y las resistencias que ha alineado, que se traducen en su zigzaguear en los aranceles, hacen que no sea aventurado creer que mal que bien sobreviviremos.

Y a pesar de que siempre estará latente el riesgo de que la Casa Blanca vea en México a la piñata a modo para lograr golpes de imagen, la presidenta Claudia Sheinbaum se ha ganado el reconocimiento de que, en ese frente, ahí la lleva, ¿pero en los otros?

Porque hay asuntos caseros que si no lleváramos meses ocupados con Trump, con razón tendrían enervado al país. Por ejemplo: la elección judicial, o el raquítico crecimiento económico y qué decir del crimen organizado.

Si las encuestas que circulan son indicativas* de un probable resultado en la Suprema Corte de Justicia, qué les parecería amanecer el 2 de junio con la noticia de que quien encabezará ese órgano no concita respeto ni confianza generales.

¿Quién les gusta que gane la mayor cantidad de votos y por ende presida el Poder Judicial? ¿Loretta Ortiz, Lenia Batres, Yasmín Esquivel? ¿El protagónico César Gutiérrez Priego?

Todos esas candidaturas garantizan una parcialidad hacia el gobierno. Empero, habrá quien desee que Loretta dé la sorpresa para, en una de esas (la esperanza o la ingenuidad mueren al último), con su actuar recupere algo del prestigio que tenía antes.

Hay quien cree, por otra parte, que dado el panorama conviene que la más votada sea Yasmín Esquivel, cuyos escándalos de plagio, y su proceder en contra de las investigaciones al respecto, serían vistos como “el menor de males” dado que “al menos tiene experiencia”.

¿Lenia? No comments.

Y si los escándalos por su normalización del modus operandi de militares nada apegados a derechos humanos, sin contar la ayuda mediática que le brindan (seguro desinteresadamente) youtuberos del régimen, posibilitan que Gutiérrez Priego no sólo llegue a la Corte sino peleé la presidencia, ¿qué les parecería? ¿Exagero? Ojalá.

Todo lo anterior sólo sobre las nueve ministras y ministros a elegir. Recordemos que se votará por cientos de puestos más.

Caminamos a ciegas hacia el cambio más importante del PJ. Y de lo poco que sabe la sociedad es que perfiles no idóneos por sus nexos criminales se le colaron, principalmente, al senador Gerardo Fernández Noroña.

A cuatro semanas del día de la elección, el panorama sobre el resultado de la misma es más, no menos, ominoso.

Y es que el diseño de las campañas impedirá a la ciudadanía llegar con un conocimiento razonado de las candidaturas entre las que tendría que elegir; encima, quién se atreve a descartar que los próximos juzgadores tengan padrinos o dueños ocultos. Todo mal.

Por otro lado, la semana trajo la buena noticia de que México no está en recesión, al menos medida ésta con dos trimestres seguidos de crecimiento negativo. La economía avanzó 0.2%. Claro que en medio del huracán Trump es un dato relevante. Pero 0.2%. ¿Ok?

Y un botón de muestra en inseguridad: el 23 de abril, municipios de Michoacán, Guanajuato y Jalisco fueron bloqueados por criminales. Todo un despliegue de dominio territorial. El gobierno federal se limitó a decir que se trató de un choque entre bandas. Fine.

Trump es un factor que ha posibilitado a Claudia Sheinbaum galvanizar su liderazgo. Qué bueno. Ahora toca cabeza fría e ideas eficaces para crecer mucho más, pacificar el país y lidiar con la esperpéntica elección judicial. Suerte, presidenta.

*No dudo de las encuestas, sino de esta, nada típica, elección judicial.

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