Como a principios de diciembre de cada año, desde 2020 que he tenido el privilegio de ser colaborador invitado en este prestigiado medio, presento el panorama que, desde mi particular punto de vista, predominará el año entrante.
La colaboración de diciembre de 2024 (con el panorama que con base en la opinión de este autor predominaría el presente año) inició con la frase “y vaya que 2025 estará rodeado de incertidumbre.”
En particular, se presentaron dos elementos que generarían una elevada volatilidad. El primero, “el inicio de un segundo mandato de Donald J. Trump como presidente de Estados Unidos”. El otro, “las posibles reformas a la Constitución que podrían aprobar el Congreso de la Unión y la mayoría de los congresos locales” en nuestro país.
Efectivamente, la volatilidad que generaron las cambiantes estrategias del presidente Trump respecto a la política comercial de Estados Unidos fue visible, y no sólo en los mercados accionarios. Algunas instituciones, entre ellas la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), previeron un escenario de aranceles agresivos que afectaría a economías como México, para la cual incluso estimó una caída de 1.3% en 2025 para posteriormente corregir la cifra en dos ocasiones a 0.4% y a 0.8%. El escenario más negativo no se concretó. Por otra parte, tampoco hubo claridad sobre los aranceles que efectivamente enfrentará nuestro país, ni el resultado de la revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
Para 2026, es probable que México no enfrente una tasa de aranceles agresiva, que el T-MEC se renegocie exitosamente con algunas concesiones importantes –entre ellas la reducción significativa de insumos de China en las exportaciones mexicanas hacia América de Norte– y que todos los productos incluidos en dicho tratado estén exentos de aranceles. El único riesgo importante en este escenario es un cambio en la estrategia del presidente norteamericano en caso de que el Gobierno mexicano no pueda concederle algunas peticiones en el terreno político, migratorio y/o de combate al narcotráfico.
En cuanto al segundo elemento, después de la aprobación y entrada en vigor de la reforma judicial, así como una primera elección de jueces y magistrados (incluidos los ahora 9 en lugar de 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación), no se llevaron a cabo cambios a la Constitución que pudieran impactar negativamente sobre la percepción de los inversionistas locales y extranjeros.
De hecho, las disposiciones aprobadas por el Poder Legislativo durante 2025 no afectaron dicha percepción. Se esperaría que, en 2026, en miras de obtener un resultado exitoso en la revisión del T-MEC, tampoco se lleven a cabo reformas significativas en nuestra Carta Magna.
El principal riesgo que se enfrentaría en este caso, con posibles implicaciones negativas incluso para la calificación de deuda soberana de nuestro país, es que efectivamente se implementen reformas que perjudiquen la percepción de los inversionistas.
Por ahora, esperaríamos que las acciones positivas que han llevado a variables como el tipo de cambio peso-dólar hacia niveles de $18.30 (cuando a principios de año ningún participante de la entonces encuesta Citibanamex pronosticábamos una paridad cambiaria por debajo de $20.00 pesos) se mantengan.
Entre dichas acciones destacan los esfuerzos de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum para atraer inversionistas privados en proyectos que generen crecimiento; la mitigación de la carga financiera de Petróleos Mexicanos en el mediano plazo con estrategias como las notas pre-capitalizadas y el refinanciamiento de la deuda de la paraestatal en términos más favorables; una postura conciliadora con el presidente Donald Trump y la revisión favorable (con todo y ciertas concesiones) del T-MEC.
No obstante, ante la cautela que todavía podrían mostrar los inversionistas, tampoco se espera que el PIB de México crezca de 0.3% este año, a más de 1.0% en 2026. Nuestra previsión para la inflación general al cierre del próximo año se ubica en 4.0% (3.8% en la parte subyacente). Nuestra expectativa para la tasa de interés de referencia en Banco de México en 6.75% (lo que implica un par de recortes más de 25 puntos base cada uno desde el nivel actual de 7.25%), así como un tipo de cambio de $19.00 pesos por dólar. Respecto a esta última variable, vamos a ver cómo sale en enero próximo la encuesta que ahora levanta Citi.
Como siempre, mis mejores deseos para usted y los suyos en este año que está por llegar.