La Fiesta Está Viva

San Román

Diego San Román es un matador de toros queretano cuyo valor impresiona; su quietud, su colocación en el sitio donde se dice “queman los pies” y su determinación en mantenerlo le ha llevado a ser uno de los grandes triunfadores en toda la República mexicana.

El valor de los toreros en ocasiones se da por entendido, pero es algo que nunca debe darse por sentado. Es obvio que se necesita y mucho para salir a torear, incluso una becerra. Es difícil de contextualizar si el toreo es un acto de valor o un acto de valor que genera arte escondiendo el valor. Pero sin valor no es posible que exista el toreo.

Ahora bien, el exceso de valor sin que el diestro tenga el toreo se convierte en un acto torpe que en ocasiones parece rebasar la razón. El secreto radica en el balance, tener valor sobrado para salirle al toro, pero ponerlo a disposición del toreo.

Una de las mejores reflexiones sobre el valor que he escuchado la hizo uno de los interesantes pensadores del toreo, Jorge de Jesús El Glison: “para torear se necesita valor, desde una becerra como aficionado hasta un toro como profesional; la diferencia estriba en la determinación con la que se hace”.

Diego San Román es un matador de toros queretano cuyo valor impresiona; su quietud, su colocación en el sitio donde se dice “queman los pies” y su determinación en mantenerlo le ha llevado a ser uno de los grandes triunfadores en toda la República mexicana. Guadalajara, León, Aguascalientes y CDMX son de las plazas que ha conquistado con creces. Su carrera ha sido bien llevada, sin prisa, pero sin pausa. Al lado del matador Alberto Elvira, como director taurino o asesor o como usted quiera llamarle; yo más bien los veo como cómplices en acción, saben qué buscan y cómo lograrlo. Diego es hijo del matador de toros Óscar San Román, quien lo acompaña también, jugando el complejo papel de padre del torero, y siendo matador, sabe y es consciente de la capacidad y determinación de su hijo, lo que debe provocarle, además de satisfacción, un calvario de angustia.

Llegó el momento exacto para que Diego confirmara su alternativa en la Plaza Monumental de Las Ventas, en Madrid, dentro de la feria de San Isidro. Madurez, oficio y rodaje para afrontar con armas la importante cita. Además, con una ganadería interesante, Fuente Ymbro es un hierro de plaza de primera, toros con imponente trapío y casta, que les brinda mucha movilidad y emoción; por lo general saltan uno o dos toros con bravura y calidad, por lo que siempre son encierros interesantes de ver.

Diego San Román estuvo muy bien, con el valor de siempre y con el concepto que cada tarde aflora más en su toreo. El toro de la confirmación tuvo movilidad, más no calidad; no es lo mismo acometer que embestir. Diego aguantó estoico los arreones desacompasados del toro que terminó rajado. Con el segundo se impuso a base de valor, colocación y determinación. Consiguió por momentos toreo del bueno al que el toro no fue agradecido y se defendió más de lo que se entregó.

Madrid no es una plaza fácil, si bien hay ocasiones que el toreo bueno les pasa desapercibido al sector más reaccionario del coso. La verdad con la que San Román estuvo toda la tarde quedó en evidencia ante los buenos y los radicales aficionados del coso madrileño. Enorme mérito tuvo la faena al sexto, al que además mató muy bien.

El toro bueno de verdad fue el quinto, en manos de Román, torero valenciano que le cortó una oreja tras pinchazo. El padrino de Diego en su confirmación, Curro Díaz, no tuvo opción alguna por la condición de su lote.

Enhorabuena, Diego, el camino es largo aún, la evolución es evidente y lo mejor está por venir; los tiempos del toro son los que son y siempre, siempre, llega el momento.

En México vivimos tiempos complejos en la tauromaquia. La absurda prohibición disfrazada de “sin violencia” en la CDMX ha despertado al resto de la República. El sábado pasado en León, Guanajuato, la sociedad dijo basta. Entradón en la plaza La Luz. Manifestación cultural exigiendo respeto y blindaje a nuestras tradiciones. Tauromaquia, charrería y gallística unidas para defender lo que somos como pueblo. “Vive Libre” se ha convertido en el lema de batalla ante la miseria política que inunda y ahoga este país. Guanajuato, una vez más, siendo el estado insigne de la libertad de los mexicanos. Enhorabuena.

Este fin de semana, viernes en Monterrey, Plaza Lorenzo Garza, festejo de rejones para Emiliano Gamero, Tarik Othón y Javier Funtanet con 6 de Fernando de la Mora. En Guadalajara, Plaza Nuevo Progreso, dos de San Pablo para el rejoneador Emilio Cano y 4 de Caparica para los novilleros Bruno Aloi y Andrés García. Abarrotar los tendidos es hoy el deber del aficionado.

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