La Fiesta Está Viva

Abril en mayo

Su feria, cuya fecha se rige por el calendario religioso, este año 2025 no ha caído en abril, sino en mayo, lo que es meramente una anécdota, ya que el lunes a medianoche se ha realizado el encendido del Alumbrao.

SEVILLA, España.-Sevilla, tierra de luz, naranjos y azahares. De cultura y fe. De tradiciones y alegría. Su feria, cuya fecha se rige por el calendario religioso, este año 2025 no ha caído en abril, sino en mayo, lo que es meramente una anécdota, ya que el lunes a medianoche se ha realizado el encendido del Alumbrao. Una semana de fiesta, cultura, algarabía, ganas de vivir y honor a una manera de sentir y entender la vida, todo basado en las tradiciones. Estando aquí, cuesta trabajo entender cómo en la Ciudad de México hemos sido vulnerados en nuestro derecho fundamental de contar con libertad. Por eso celebremos la política y gestión de estados como Aguascalientes y esperemos que muy pronto Guanajuato, Querétaro, Tlaxcala, Zacatecas, Estado de México, Yucatán, Campeche y todo aquel donde esta tradición sea parte de la identidad de su gente defienda la libertad. No podemos permitir que la cultura la rija gente inculta.

Volvamos a Sevilla, toros todos los días. En una plaza que es una belleza. Monumento histórico de esa ciudad, orgullo de los sevillanos, una joya para el mundo. Imposible hacer crónica de cada festejo en este espacio.

El toreo es emoción, por lo que describiré para usted las emociones vividas el primero de mayo, tarde en la que tres sevillanos hicieron el paseíllo sobre el dorado albero, el clima ideal, sin viento, con un lleno de “no hay billetes” y con el ánimo de que los seis toros de Domingo Hernández embistieran por derecho para que Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado desplegaran su arte.

La tarde fue como de cine, el sol brillando en los bordados de los trajes de torear, verde el de Morante, azul purísima el de Ortega y negro el de Aguado. El silencio del público en los momentos que aportan solemnidad al toreo y la explosión de júbilo cuando la magia del toreo brilla en la reunión de toro y torero, ritmo y poder, valor y bravura, belleza inigualable.

Parte del encanto de la tauromaquia es que cada toro es una historia y un dilema; el torero pone su vida a cambio de resolverlo para crear el arte que genera la emoción. Este es el verdadero y único objetivo de la tauromaquia, la creación del arte.

Morante de la Puebla, lo he dicho, escrito y defendido desde hace años, es un genio de nuestro tiempo. Como todo genio, ha padecido la incomprensión en periodos de incertidumbre y desvarío taurino de prensa y público, provocado muchas veces por una irregularidad sincera por parte del diestro. El fondo siempre ha estado ahí. La responsabilidad de Morante por ser un cronista del toreo y su historia, por estudiar, por llevar su vocación hasta las últimas consecuencias en la búsqueda de su toreo interior. Además, el hombre padece una enfermedad emocional que ha sido un tormento para él. El hombre se ha aferrado al toreo y el torero ha rescatado e impulsado al hombre para no cesar en la búsqueda de la felicidad.

Con su primer toro ya estuvo muy bien, dejando muestra de la profundidad de su toreo. Ante su segundo, eso fue la locura. Su toreo de capote rompió toda lógica, hizo cosas impensables hasta ese momento, revivió suertes de otros tiempos, las interpretó a su manera evocando otros genios, contándonos la historia del toreo. Se llevó el toro a sol en su faena de muleta, se lo pasó cerca una y otra vez, por la cintura, sin dudar, sin moverse un ápice.

La gente loca, sonreíamos al verle feliz, fuimos felices todos. Montó la espada y ejecutó una estocada entregando el pecho, matar o morir, con el honor de los valientes y arte de los grandes. Dos orejas, para unos sí —la mayoría— y para otros no; lo siento, pero no me interesa conocer sus razones o prejuicios. La vida es corta y los tiempos están jodidos para andar escatimando momentos felices.

Juan Ortega, arte sublime. De principesca presencia y suavidad en su toreo. Exponente actual de la historia del toreo sevillano. Su capote es una maravilla, detiene el tiempo, suaviza al primer contacto la brutal violencia de un toro bravo embistiendo. Goza del fervor de los buenos aficionados. Sin toros que le permitieran lucir en plenitud con la muleta, dejó en el oval ruedo gemas de elevada intensidad y belleza. Sin cortar orejas, su actuación fue parte importante de una tarde histórica en el toreo.

Pablo Aguado, otro intérprete de una de las vetas del toreo andaluz. Su naturalidad brinda a su toreo una belleza especial. Tiene la capacidad de torear despacio también, virtud artística que pocos atesoran. Con su primer toro rayó a gran altura; de haber estado certero con la espada, hubiera cortado una oreja sin problema.

Ha sido una tarde fantástica. Una especie de concierto entre tres grandes, Beethoven, Vivaldi y Bach.

Al día siguiente, un gran triunfo de Borja Jiménez, sevillano también. El sábado, emoción ante el peligro de los toros de Victorino Martín y el triunfo de Manuel Escribano, otro hispalense en distinto aire, que contagia su emoción por la vía del valor ante el peligro manifiesto de los encierros que suele torear.

El domingo a Madrid. Bruno Aloi, el novillero más adelantado que tenemos en México, con enormes cualidades y admirable vocación y disciplina, toreó en Las Ventas. Tarde fría, gran entrada siendo festejo menor, hostilidad en los tendidos y una novillada infame. Seis de distintas ganaderías. Todos muy serios; es Madrid. Lo que es incongruente es que los novilleros se las vean con animales de hierros indefinidos. Si bien en todas las ganaderías salen buenos y malos, procurar a los novilleros las mínimas garantías es fundamental para que las generaciones sigan surgiendo.

Bruno ha estado bien, muy por encima de las pobres condiciones de sus dos novillos. Demostró estar puesto, conocer el oficio y asumir la actitud que se necesita para recorrer el largo y tortuoso camino de ser torero. No hay prisa, llegará toro que acelere el proceso; mientras tanto, a disfrutar el mismo y aprender cada día algo más en esta maravillosa vocación de ser torero.

Sigue la Feria: termina Aguascalientes el 11 y arranca Madrid. Tenemos tela para cortar.

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