Sensacional ha sido el fin de semana taurino en Aguascalientes. Comenzaron las emociones el mero día de la feria, el viernes 25 de abril, día de San Marcos. La capital hidrocálida bullía no solo en temperatura, sino con un extraordinario ambiente de toros, alegría y orgullo por disfrutar de nuestras tradiciones. Sin complejos, sin absurdas ideas prohibicionistas, apoyando la verdadera ecología rural, no la urbana.
Espectacular lleno el día 25, quince mil personas con boleto pagado; aquí no hay acarreados, aquí todo el mundo sabe a lo que va, a emocionarse con el toreo, con los honores a la bandera, el Himno Nacional y a sentir a México en la piel.
Joselito Adame, ídolo local y primera figura mexicana, en confrontación directa con la primera figura del toreo mundial, Andrés Roca Rey. Lleno hasta la bandera, literal. Despacharon tres toros de Tequisquiapan de Fernando de la Mora y tres de Villacarmela. Se repartió la suerte; ambos diestros contaron con un buen toro cada uno y estuvieron sublimes. Joselito cuajó un bravo toro de Tequisquiapan de Fernando de la Mora, mando y largura en su toreo. Un Joselito sonriente que conectó con sus paisanos que no suelen ponérselo fácil, pero cuando palpan la entrega y alegría por estar en la cara del toro, los tendidos se le entregan. Dos orejas del tercero y el acicate al peruano que no se deja ganar una.
Andrés Roca Rey tuvo en el cuarto de la tarde un buen toro de Villacarmela, ganadería que conoce a la perfección por su buena relación con el ganadero Eduardo Arena, que mandó tres toros de bellas hechuras, resultando este el de mejor juego con el que Roca Rey armó la escandalera. Ídolo de jóvenes, los tendidos colmados de juventud para emocionarse con el torero de su generación.
Demuestra Roca Rey por qué es la primera figura mundial. Valor que espanta a los tendidos y somete a los toros. No hay duda de que la confianza en su poder y su muleta es asombrosa. Privilegiada colocación y trazo largo y poder en su toreo. Con la espada un cañón. Dos orejas de locura, los tendidos en delirio y el triunfo del toreo como expresión cultural y artística.
Una tarde histórica, de las que hacen afición y demuestran que México es taurino.
El sábado 26, toros de De la Mora para Juan Pablo Sánchez, el sevillano Juan Ortega y Luis David. La corrida no prestó las facilidades esperadas; hubo un par de toros buenos, el primero con el que Juan Pablo Sánchez estuvo muy bien, con la joya de su tauromaquia, el temple, y un gran valor para cortar la única oreja de la tarde. Juan Ortega no tuvo materia en sus toros; sin embargo, expuso la elegancia de su concepto ante dos toros complicados. Luis David tuvo en su primero un buen toro con el que mostró la amplia variedad de su toreo, su capacidad y el buen momento por el que atraviesa su carrera. La faena no terminó por reventar y todo quedó en una salida al tercio. En el sexto de la tarde, su picador Guillermo Cobos tuvo una destacada actuación en un gran puyazo con tumbo incluido.
El domingo, Alejandro Talavante, Diego Silveti y Arturo Gilio ante toros de San Miguel de Mimiahuápam. Corrida bien presentada, con hechuras y cuatro toros buenos; el séptimo —regalo de Talavante— fue indultado ante la locura colectiva en los tendidos.
El diestro español, sin suerte en el sorteo, pidió el sobrero y armó un taco. Faena de circulares, de talento torero ante la acometividad y obediencia de Centinela, que a la postre fue indultado ante la petición popular del público. Orejas y rabo simbólicos para el extremeño. Diego Silveti demostró una vez más el gran momento por el que pasa su carrera. A su primero le cortó una oreja, pero con el que estuvo en cumbre fue con el quinto, el mejor del encierro, en mi opinión. Precioso de tipo, bravo, con clase, noble, con la soñada embestida del toro mexicano bueno. Lo cuajó con capote de recibo, en el quite y con la muleta. Varios pinchazos diluyeron lo que fue una obra de dos orejas para lo que hubiera sido una tarde de tres apéndices.
Arturo Gilio salió a tope carnero, con actitud, disposición y rabia por colocarse en el sitio de los grandes. Aquí hay un torero que funciona y conecta con la gente. Una oreja a cada toro de su lote. Capacidad y raza, futuro seguro.
Ahora se viene un puente taurino sensacional; se esperan grandes entradas en estos 4 días de toros: 1 de mayo: Emilio de Justo, Joselito Adame y Héctor Gutiérrez con 6 de Boquilla del Carmen; 2 de mayo: Ginés Marín, Isaac Fonseca y Alejandro Adame con 6 de La Punta; 3 de mayo: Antonio Ferrera, Leo Valadez y José María Pastor con 6 de Santa Inés; 4 de mayo: Sebastián Castella, El Payo y Diego Sánchez con 6 de José Barba.