La Fiesta Está Viva

Joya Juriquilla

Ataviado elegantemente a la usanza portuguesa, José recibió el rejón de parte de Ventura, quien vestido como es su costumbre, de corto a la usanza campero andaluza, lo doctoró en el llamado arte de Marialva.

El pasado viernes 10 de febrero en la Plaza de Toros de Provincia Juriquilla en el estado de Querétaro, la tauromaquia vivió una noche gratificante al manifestar el gusto que hay en millones de mexicanos por esta cultura pentacentenaria que forma parte de nuestras más profundas tradiciones, enaltece la ecología, el valor, al toro y el arte.

Una vez más la familia Torres Landa encabezada por el querido ‘Pollo’, amigo de todos, promotor inmobiliario y desarrollador de economía en el estado, el mejor empresario taurino de México, con 35 años al frente de una plaza que se ha dedicado a conocer a su público, promover el toreo y difundir la cultura.

Cartelazo de doble mano a mano, dos rejoneadores y dos toreros a pie. A caballo Diego Ventura hizo matador de toros al joven José Funtanet. Es conocido que el cuartel general del maestro Ventura en América es la finca de la familia Funtanet en Querétaro y la relación va más allá de lo profesional, existe una amistad y un cariño prácticamente familiar por lo que la ceremonia tuvo una carga emocional importante para todos los que fuimos testigos del evento. Ataviado elegantemente a la usanza portuguesa, José recibió el rejón de parte de Ventura quien vestido como es su costumbre, de corto a la usanza campero andaluza, lo doctoró en el llamado arte de Marialva. Invitó el maestro Ventura al padre de José, Francisco, al ruedo, hecho emotivo pero que viola el protocolo que debemos mantener los taurinos en las ceremonias de doctorado y en todo lo que tenga que ver con la liturgia taurina. Una vez envestido como matador de toros, José recibió al primero de la tarde de nombre Pollazo, un toro colorado, precioso, encaste Domecq de la ganadería de Campo Hermoso, bravo y de buen tranco el toro fue cómplice de José quien se mostró desenvuelto, valiente y artista. Faena compacta, de buena monta y elección de terrenos, certero con el rejón final, arrancó la primera gran ovación de la tarde al cortar una oreja al toro de su debut, sumándose a la gran baraja taurina de rejoneadores jóvenes con alternativa. Enhorabuena José, mucha suerte en lo que venga y a seguir viviendo con pasión el amor por el caballo y el toro que corre por las venas de tu familia.

Diego Ventura es, sin dudarlo, una gran figura del toreo, explosivo, espectacular y emotivo es su toreo. Su cuadra es realmente buena y juntos forman un binomio que enloquece a los tendidos. Lidió cuatro toros esta noche, sí, leyó usted bien: cuatro. A su primer toro le hizo una faena con el sello de la casa, una oreja. A su segundo, un bravo ejemplar de Teófilo Gómez al que desgraciadamente el primer rejón de castigo le mermó al caer trasero y bajo en el primer encuentro a puerta gayola en meritoria forma de recibirlo en el ruedo. Toro bravo de verdad, que pese al rejón trasero y caído dio espectacular lidia durando muy poco. Contrariado regaló un toro, el noveno, con la mala suerte de inutilizarse al minuto de pisar la arena. Anuncia un segundo regalo y en décimo lugar sale Pintadito de Teófilo Gómez, un colorado bravo y emotivo con el que Ventura desquició los tendidos en faena de garra, entrega y emoción. En banderillas su caballo cae y sufre fuerte embate del toro, momento de riesgo que impulsó a Ventura a crear una faena inolvidable de la que gozamos todos pese a llevar casi cuatro horas de una noche que resultó mágica. Indulto para el toro y broche de oro a un festejo que nos llevamos en el corazón los que abarrotamos los tendidos.

A pie, Juriquilla se engrandeció aún más no sólo por el sensacional mano a mano entre el Payo y Roca Rey, sino por que se jugaron cuatro toros imponentes de Teófilo Gómez, el toro toro, digno para un cartel y una noche tan especial con lleno de no hay billetes.

El Payo estuvo cumbre, muy dispuesto con su primero, bueno por el derecho y duro por el izquierdo. Oreja. Con su segundo bordó el toreo, lances mecidos, ajustados de bella composición y resultado. Con la muleta simplemente lo bordó, trazo ceñido al cuerpo, fusión de dos voluntades con el engaño arrastrando la arena y el toro haciendo surcos en el ruedo. Toreo del bueno, profundo y desgarrador. Todos de acuerdo, aficionados y público, contra el arte no existe arma en el toreo. Estocada y oreja, poco premio para tanto arte.

Roca Rey es, sin duda, la máxima figura del momento, a su nombre se convocan multitudes y esta noche mucho tuvo que ver con el llenazo. Su primero tuvo clase, pero faltó casta, a su segundo le sobró casta y le faltó clase. Poca pica y mucho picante. Entrega total, momentos de toreo puro y sentido, cuando no hay material, arrimarse hasta el alarido. Actitud de figura y condiciones de torero bueno. Estocada y dos orejas.

Épica noche, de las que hacen afición y nos alimentan el espíritu para pelear por nuestra libertad y por la tauromaquia. Juriquilla, una vez más, poniendo el ejemplo.

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