La economía de Web2 no satisface a artistas y escritores. La huelga reciente de actores y escritores de Hollywood muestra que la industria de transmisión en plataformas no funciona.
Todos los involucrados en la producción creativa deben considerar soluciones de Web3, sin importar los comentarios desinformados de los medios que han despojado al término de su atractivo mainstream. Durante la pandemia de Covid, plataformas como Netflix, Amazon Prime, Hulu y Disney Plus compitieron invirtiendo en contenido, pero los creadores enfrentan rechazos constantes y falta de fondos para pagar a actores y escritores.
Web2 se refiere a la fase actual de la web, donde los usuarios consumen contenido proporcionado por plataformas y empresas centralizadas. Web3 representa una evolución hacia una web descentralizada y basada en blockchain, donde los usuarios tienen un mayor control y propiedad sobre sus datos y contenido.
La situación es aún peor en la transmisión de música. Spotify domina completamente el mercado, pero nunca ha obtenido ganancias desde su fundación en 2009. El pago a los músicos es mínimo, con informes de que ganan apenas un tercio de un centavo por reproducción en la plataforma.
Las discográficas podrían ser las beneficiarias en esta ecuación, pues firmaron acuerdos multimillonarios con plataformas de transmisión hace años, dejando a los músicos con migajas y perjudicando su propio negocio al alejar a nuevos talentos.
Los creadores de contenido, como músicos y cineastas, deben encontrar una forma de evitar a estos gigantes intermediarios en busca de rentas. Y es aquí donde Web3 ofrece una oportunidad.
Aunque los tokens no fungibles (NFTs) han sido objeto de exageración y especulación, representan una innovación clave: la creación de activos digitales únicos e irreproducibles, algo imposible en el Internet anterior. Los NFTs permiten conectar a los creadores con su audiencia, creando una relación de propiedad directa como la que existía con discos de vinilo, libros y películas.
Innovadores generan valor compartido mediante NFTs vinculados a contenido. Los fanáticos obtienen beneficios exclusivos al interactuar con él. Ejemplos: Aspen, Gala Games ofrecen acceso a shows y recuerdos multimedia. Proyectos de documentales financiados por comunidad de NFTs.
Es cierto que no todos estos proyectos se convertirán en éxitos masivos, pero la naturaleza de la industria del entretenimiento siempre ha sido así. Sin embargo, la adopción de Web3 y la creación de activos digitales únicos ofrecen una nueva esperanza para los creadores de contenido.
Finalmente pueden escapar de las garras de los intermediarios monopolísticos y obtener un mayor control y recompensa por su trabajo. Es hora de que la industria del entretenimiento mire hacia el futuro y abrace la innovación de Web3 para el beneficio de todos los involucrados.