Uso de Razón

Eje de dictadores contra EU

Se está conformando una alianza antioccidental, integrada por autócratas que tienen aversión a los valores liberales y democráticos.

BOGOTÁ, Colombia.- Esta semana Vladímir Putin y Xi Jinping se reunirán en Uzbekistán y no será para hablar de paz, sino de guerra.

Se trata de construir una asociación entre Rusia y China “superior a las alianzas políticas y militares de la era de la Guerra Fría”, dicen las fuentes citadas por Josh Rogin en The Washington Post.

Esto ocurre luego de que el miércoles de la semana anterior concluyeron los ejercicios militares conjuntos Vostok 22, en el este de Rusia, en los que participaron Fuerzas Armadas de 15 países y tuvieron a China como invitada de honor.

Participaron en los simulacros de guerra los Ejércitos de India, Siria y Bielorrusia, entre otros.

Según Moscú, los ejercicios bélicos contaron con 50 mil soldados, y 2 mil miembros del Ejército Popular de Liberación Nacional de China, que aportó 300 vehículos, 23 aviones de combate y tres buques de guerra.

Ante el fracaso de la invasión rusa a Ucrania, los países gobernados por autócratas, dictadores y populistas (India) se unen para desafiar a Estados Unidos, Europa y sus aliados.

Con la globalización no es posible esperar una “guerra fría” entre Estados Unidos y China, codependientes en su comercio, pero sí vamos a presenciar la invasión de China a Taiwán, la instauración de la dictadura de Pekín en Hong Kong y el zarpazo chino a las posesiones insulares de Vietnam.

La ambición política de Xi Jinping parece regresar al gigante asiático a los años despiadados de Mao Tse Tung.

China se arma y hace alianzas con otros regímenes similares, no para ir a la guerra contra Estados Unidos, sino para persuadirlo de que no se entrometa cuando su Ejército invada Taiwán, Hong Kong o Vietnam.

Hace casi una década recorrí el extremo sur de Vietnam (la ex-Conchinchina) y vi a tropas de élite que realizaban ejercicios de sobrevivencia en el agua, más al sur de los pantanos del delta del Me Kong (¿recuerden la película Apocalipsis Now?).

-¿Contra quién van a pelear ahora? ¿Otra vez con Estados Unidos? –pregunté al traductor, excombatiente–.

-No, la próxima guerra será con China.

Hace unos días se dio a conocer un informe del Centro de Estudios Estratégicos (CSIS), con sede en Washington, que alerta sobre las tensiones entre China y Occidente, intensificadas desde que Pekín inició ejercicios con fuego real alrededor de Taiwán, luego de la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el mes pasado.

Bonny Lin, coautor del estudio, dijo a la Voz de América (VOA) que “es probable que China necesite a Rusia cada vez más, ya que puede encontrarse en una situación similar a la de Rusia en el futuro”, agregó Lin, en referencia a una posible invasión a Taiwán.

Rusia y China se aproximan cada vez más. Y a ese pacto militar no escrito, o no confesado, se suman dos Estados gobernados por autócratas: Irán y Corea del Norte.

Kim Jong-un, el dictador norcoreano, envió el pasado mes de agosto una carta pública a Vladímir Putin en la que exalta el incremento de la colaboración entre ambos.

De acuerdo con Julian Barnes, reportero experto en temas de seguridad del New York Times, que cubre las agencias de inteligencia, miles de trabajadores norcoreanos podrían ser enviados al este de Ucrania (controlada por los invasores) para apoyar a los gobiernos títeres de Moscú.

Rusia, informa Barnes, está comprando “millones de proyectiles y cohetes de Corea del Norte”, según informes de inteligencia de Estados Unidos.

La lectura que hacen los servicios de inteligencia de Estados Unidos sobre este acercamiento Putin-Kim es que “las sanciones globales han obligado a Moscú a recurrir a Estados parias en busca de suministros militares”.

Otro poderoso hilo de esta alianza antioccidental, formada por autócratas que tienen aversión a los valores liberales y democráticos, conduce hasta Teherán.

El gobierno iraní vende a Rusia drones artillados para atacar a Ucrania, a la vez que avanza en su programa nuclear y estrecha la cooperación energética y comercial con Moscú, a fin de que Putin eluda las sanciones internacionales impuestas por invadir al vecino.

En ese contexto se reúnen esta semana los autócratas ruso y chino.

Se conforma un bloque que busca dañar los intereses de Estados Unidos, Europa y sus aliados democráticos

México es socio y aliado de Estados Unidos, hasta ahora.

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