Hace un poco más de un año, el boom de la inteligencia artificial (IA) generaba asombro, curiosidad e, incluso, miedo en el ámbito fiscal en México. Hoy, sorprendentemente, veo y escucho cada vez más a profesionales contables que han adoptado esta tecnología, reconociendo su potencial para transformar nuestra práctica. La IA no solo ha cambiado la forma en que trabajamos, sino que ha redefinido el valor que aportamos a nuestros clientes y a la sociedad.
Liderazgo en fiscalización
Es bien sabido que en nuestro país la autoridad fiscal se ha posicionado como pionera en el uso de IA y de tecnología para procesos de fiscalización, siendo referente a nivel regional y mundial. Esto ha permitido una mayor eficiencia en la detección de inconsistencias y en un mayor proceso de recaudación. Muestra de ello son las cifras dadas a conocer recientemente por la misma autoridad, en donde informó que los ingresos tributarios alcanzaron un monto de 2 billones 17 mil 536 millones de pesos en el periodo enero-abril del 20251. Este hito representa una recaudación récord en los primeros cuatro meses del año.
De igual forma, la IA juega un papel clave en los procesos de intercambio de información con las autoridades y las discusiones en torno a posibles discrepancias, sobre todo porque estas se sustentan más en un tema de prueba que de técnica.
En este sentido, es relevante no perder de vista que la propia autoridad es quien ha motivado e impulsado que los fiscalistas y, en general, las empresas y sus áreas de impuestos, incursionáramos en el uso de la tecnología y en incorporar, dentro de los departamentos fiscales, a profesionales con perfiles mucho más enfocados en el análisis de datos y la tecnología, buscando mayor eficiencia y competitividad.
¿Cómo potenciar el uso de la IA desde la perspectiva fiscal?
Considerando esta tendencia y los resultados tan claros del poder que la tecnología tiene para llevar a cabo análisis de datos y lograr procesos más eficientes, desde la perspectiva de nuestra profesión, la IA debe ser una herramienta clave para los contadores y fiscalistas, que nos permita analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real.
En una realidad como la que se vive en México, en la que cada vez es mayor la exigencia de que toda la información cruce transversalmente para poder demostrar que se ha cumplido con la regulación, el uso de la IA se vuelve esencial.
La más reciente edición de la encuesta EY Tax and Finance Operations (TFO), revela los continuos esfuerzos de los líderes fiscales para reorientar la función del cumplimiento normativo rutinario hacia actividades fiscales especializadas. Los encuestados afirmaron que desean duplicar el tiempo que los equipos dedican a estas actividades de alto valor2.
Los líderes fiscales son plenamente conscientes del potencial transformador de la IA. El 87% de los encuestados afirman que la inteligencia artificial generativa (GenAI), en particular, contribuirá a impulsar la eficacia y la eficiencia de sus equipos durante los próximos tres años. Esto representa un incremento interanual del 72 %3.
Opotunidades y desafíos
Mirando hacia el futuro, es probable que la IA continúe evolucionando y ofreciendo nuevas oportunidades. Sin duda, esta tecnología ha llegado para quedarse y su impacto en la profesión fiscal y en las áreas de impuestos es innegable. Todas las actividades que sean rutinarias pasarán a ser consideradas como un commodity. El reto es: ¿cómo nos vamos a diferenciar para agregar valor dentro de nuestras organizaciones y para nuestros clientes? La respuesta es clara: la experiencia y el conocimiento que tengamos del mercado.