En petit comité

Cuando el río y el agua suenan…

Las lluvias en la Ciudad de México dejaron una verdad al descubierto: la infraestructura para desaguar la ciudad está rezagada.

La noche del domingo, la Ciudad de México volvió a vivir un episodio que ya hasta parece rutinario: calles convertidas en ríos, estaciones de Metro cerradas, vuelos suspendidos, comercios anegados y miles de capitalinos atrapados por el agua.

Esta vez, la tormenta dejó 84 milímetros de precipitación en el Centro Histórico —50 milímetros en apenas 20 minutos— y casi 20 millones de metros cúbicos de agua sobre la capital. Desde 1952 no se había registrado una lluvia tan intensa en esa zona.

Pero las lluvias, atípicas o no, no son el verdadero problema. El verdadero problema es que, desde hace más de una década, no ha habido una obra hidráulica de gran calado que fortalezca la capacidad de desagüe de la ciudad.

Lo que las lluvias dejan al descubierto es una debilidad crónica: la infraestructura para desaguar la ciudad está rezagada. El último proyecto relevante y de gran escala fue el Túnel Emisor Oriente, inaugurado en 2019, una obra de más de 60 kilómetros que tardó 11 años en construirse y que hoy resulta insuficiente ante tormentas que descargan en minutos lo que antes caía en horas.

Desde entonces, el gasto público en este rubro se ha concentrado en acciones reactivas: bombas, cuadrillas, equipos de emergencia. Necesarios, sí, pero incapaces de sustituir la planeación hidráulica a largo plazo.

La ironía es que la historia del drenaje capitalino comenzó con un acto visionario. En el siglo XVII, el virrey Luis de Velasco encargó al ingeniero alemán Heinrich Martin —quien cambió su nombre a Enrico Martínez— el diseño del primer gran desagüe de la ciudad, entonces asentada en medio de lagos. La obra buscaba salvar a la capital novohispana de inundaciones devastadoras. Cuatro siglos después, seguimos enfrentando el mismo problema, pero con una variable adicional: el hundimiento de la ciudad, que se estima avanza entre 10 y 30 centímetros al año en algunas zonas, debido a la sobreexplotación del acuífero. Esto significa que, año tras año, la pendiente natural que debería ayudar al escurrimiento se reduce, complicando el trabajo de cualquier sistema de drenaje.

Las lluvias del domingo paralizaron el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México durante más de siete horas y todavía el lunes estaba inundado, con un saldo de 19 mil pasajeros afectados, además de innumerables cortocircuitos en el Metro y el colapso de calles y avenidas.

Para tratar de resolver esta catástrofe, el Plan Tlaloque desplegó 140 brigadistas y 260 vehículos recién adquiridos, pero incluso esta inversión de mil 595 millones de pesos se revela como un paliativo frente a un problema estructural que requiere obras mayúsculas, visión técnica y continuidad más allá de los ciclos políticos.

No se trata de negar que la intensidad de las lluvias ha aumentado por el cambio climático. Es cierto que el evento del domingo superó récords que llevaban más de 70 años vigentes. Pero la falta de inversión constante en infraestructura mayor hace que la ciudad enfrente cada temporada de lluvias con la misma vulnerabilidad. Un drenaje que se moderniza cada década no basta para una ciudad de casi 22 millones de habitantes en su zona metropolitana.

Sin una nueva estrategia hidráulica de gran escala —equiparable al Túnel Emisor Oriente o incluso mayor—, la Ciudad de México seguirá condenada a vivir bajo la amenaza de que una tormenta de 20 minutos colapse su movilidad, su economía y su vida cotidiana.

SOTTO VOCE

En Ayutla, Guerrero, la gobernadora Evelyn Salgado y la subsecretaria de Construcción de Paz, Participación Social y Asuntos Religiosos del gobierno federal, Rocío Bárcena Molina, hicieron entrega de apoyos del Tianguis del Bienestar, para que las familias reciban bienes de primera necesidad…

El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, puso en marcha un megaoperativo de fumigación contra el dengue, que abarcó los 106 municipios con 21 vehículos nuevos, otros 10 arrendados, 40 equipos fumigadores y más de 500 brigadistas especializados y una inversión de 28.4 millones de pesos para cubrir más de 30 mil hectáreas nebulizadas, 199 mil viviendas atendidas con control larvario y 761 casas fumigadas en zonas de alto riesgo…

El Gobierno del Estado de México, que encabeza Delfina Gómez Álvarez, recibió un reconocimiento histórico por parte del Consejo Coordinador Empresarial nacional y estatal, por la coordinación entre autoridades estatales, federales y el sector privado que ha permitido reducir en un 14 por ciento los delitos contra empresas durante el primer semestre de 2025.

Oscar Mario Beteta

Oscar Mario Beteta

Con más de 30 años de presencia y experiencia en medios de comunicación, Óscar Mario Beteta es un conocido periodista y conductor de televisión mexicano.

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