La ciudad de Sevilla, en España, es un territorio sagrado para quienes habitan sus legendarios barrios que acuñan nombres como el de Triana, y tradiciones como la que se vive en Semana Santa, una mezcla de paganismo y la religión, pasión y el arte, y la veneración a la Virgen de la Macarena entre estridentes ritos teatrales.
Uno se conmueve ante la belleza del río Guadalquivir, que serpentea entre puentes y arquitectura llena de historia, y de fondo, el cante jondo, que, a diferencia del sol, este nunca se pone, hasta que los capotes en la Maestranza callan toda la ciudad.
En medio de todo este encanto, hay un proyecto en marcha desde hace tres años, que ha comenzado a cobrar fuerza, Sevilla City One, que significa el posicionamiento global de Sevilla a partir de 3 objetivos.
Incrementar la visibilidad de la ciudad y su área metropolitana como un modelo de transformación urbana sostenible. Posicionar a la metrópoli como un ecosistema de innovación y conocimiento entre el Mediterráneo y el Atlántico. Y, finalmente, promover un desarrollo urbano y territorial.
Para ello, el presidente de este proyecto, Rafael Miranda, empresario inmobiliario, junto con más de 450 líderes empresariales y políticos, apuestan a incrementar sus alianzas con América Latina, y de forma muy importante, destaca México, que vive un momento sinérgico con la Unión Europea, ya que, según la subsecretaria de Relaciones Exteriores, María Teresa Mercado, se pretende que la firma de modernización del Tratado de Libre Comercio con la UE se concrete en febrero próximo.
Este acuerdo contribuirá, sin lugar a duda, a impulsar sectores estratégicos entre México y Sevilla, y de esta forma vigorizar la economía entre ambas partes del Atlántico.
En el año 2000 se firmó el primer acuerdo entre México y la Unión Europea; ahora se pretende establecer un acuerdo de nueva generación, global y modernizado, para detonar aún más las inversiones ahora que se cumplen 25 años, y factores externos que han llenado de incertidumbre a la economía global, como la guerra arancelaria.
Desde entonces, la Unión Europea ha tenido una inversión acumulada en México de 202 mil millones de dólares, lo que significa que el bloque es el tercer socio comercial y la segunda fuente de inversión foránea.
Apenas en 2024, el comercio de bienes y servicios ascendió a 82 mil 400 millones de euros, de los cuales 53 mil fueron exportaciones de la UE hacia México, y unos 29 mil 200 a la inversa.
Para Antonio Basagoiti, presidente de la Cámara Española de Comercio, las empresas españolas pueden ser un “traductor para el resto de los países europeos”; al respecto, coincide con Rafael Miranda, en el sentido de que Sevilla se colocaría como un puente geoeconómico con América Latina y otras regiones del mundo.
Entre este concierto de circunstancias, se abren las puertas de par en par entre Sevilla y México para las inversiones en el sur de Europa.
Se pretende gestar interesantes oportunidades, aunque se requiere de la participación civil y del tejido empresarial y de las administraciones públicas, la colaboración interdisciplinar, es decir, una conciencia colectiva que lleve bajo su voz una nueva forma de entender esta oportunidad en ambos continentes.
Durante estos tres años, ya ha habido avances y Sevilla es una metrópoli cosmopolita y global, no solo de España, sino de Europa. Existen seis universidades de alto perfil y la zona tecnológica de La Cartuja, la más grande de Europa, un enjambre de exóticos pabellones que formaron parte de la célebre exposición internacional de 1992, y que ahora son sedes de corporativos y de un ecosistema de desarrollo en innovación, que aglutina a más de 550 empresas innovadoras que aportan el 9.7 por PIB de Sevilla.
¿Qué sectores industriales se colocan a la vanguardia en Sevilla?
La aeronáutica y la minera, donde Grupo México está invirtiendo más de 550 millones de euros en la localidad de Aznalcóllar, cuyo proyecto lleva ya 10 años de planeación y trámites administrativos, y se espera que en 2029 comience con la extracción de cobre, zinc y plomo, y alcanzar la creación de mil 500 empleos para esa fecha.
Pero más allá de eso, en la actualidad, Sevilla cuenta con 348 polígonos industriales donde se encuentra el polígono La Isla Mega Park, y también la Aerópolis, parque tecnológico aeroespacial, único en Europa de carácter científico técnico, que paralelamente con el asentamiento de la Agencia Espacial Española ha revolucionado esta provincia que nuevamente fue considerada la ciudad europea del espacio para 2024.
Pero también son potencia en energías renovables, con 209 proyectos y productos agroalimentarios, como en materia de aceite de oliva o en sectores de la electrónica y la comunicación.
Sevilla ya fue puerto de América, y desde Sevilla City One se entiende la historia como una oportunidad. Para el empresario Rafael Miranda, se debe mirar a Sevilla como el nexo de la unión entre Europa y América.