Trópicos

El periodismo global visto desde Dajla, Marruecos

Las empresas de medios deben adquirir una fórmula, casi perfecta, donde el financiamiento, por un lado, y, por el otro, la credibilidad, pluralidad y verdad, no colisionen.

Hay un territorio al sur de Marruecos llamado Dajla, enclavado en el desierto del Sáhara, frontera con Mauritania, y entre sus arenas marrones y aguas del mar del Atlántico han estado sucediendo diversos hechos de relevancia internacional.

Uno de ellos fue el encuentro global “La complementariedad entre el periodismo de calidad y la educación mediática”, que se celebró el 20 y 21 de junio pasado con representantes de medios, académicos y periodistas de cuatro continentes. Se trató de un diálogo plural, franco y abierto, de gran interés para conocer la naturaleza que aguarda actualmente el ejercicio periodístico, en diferentes rincones del planeta.

Marruecos es un país que está apostando por grandes inversiones en diversos rubros; por ejemplo, en Dajla se construye uno de los principales puertos del Atlántico. Estamos hablando de mil 650 hectáreas, que transformará ese costado del continente que va desde Marruecos hasta Costa de Marfil. Incluirá una terminal petrolera, un puerto pesquero y un astillero. Apuntará con especial interés hacia los países latinoamericanos; por eso, México debe estar atento a esta nueva oportunidad que se presentará sobre el comercio global. Marruecos es la puerta de entrada a África.

Pero también apuntala en infraestructura y diversos polos de desarrollo. Dentro de cinco años serán sede de la Copa del Mundo del Futbol junto con España y Portugal. Al respecto, ya construyen en Casablanca lo que será el estadio más grande del mundo, el cual espera albergar el partido final. Este evento conlleva obras de gran calado, lo que lo apunta a ser la nación de mayor crecimiento económico y social de África.

Marruecos, liderado por el rey Mohamed VI, abrió las puertas a múltiples voces de 50 periodistas y académicos provenientes de Mauritania, Costa de Marfil, Nigeria, Sudán, Francia, Estados Unidos, España, Perú, Palestina, Chile, Camerún, Túnez, Arabia Saudita, Mali, Senegal, Guinea, Benín, Bahréin, Omán, Egipto y México. Un exquisito mosaico de reflexiones y experiencias personales sobre cómo se debe confeccionar un pensamiento crítico sobre la responsabilidad ética del informar frente a las diversas realidades, en un mundo en debate que se mueve a pasos agigantados, y muchas veces, hacia rumbos desconocidos.

Abordamos la relevancia del periodismo y los medios de comunicación frente a los nuevos hábitos informáticos de la aldea global, mientras se rodea de noticias falsas y nuevas tecnologías que confunden, estereotipan y persuaden de forma distorsionada. Más que nunca, fuerzas políticas e ideológicas que se debaten entre establecer la democracia o el autoritarismo utilizan estrategias mediáticas para persuadir a sectores acríticos.

La oportunidad de escuchar a los distintos colegas reafirma que entre el periodismo y el poder se vive una simbiosis crucial, donde se deben identificar los límites para que la libertad de expresión sea un contrapeso a las obsesiones de los diversos grupos políticos y económicos, que sirva a la sociedad para que tome las mejores decisiones sobre quién quiere que los gobierne y bajo qué régimen quieren sustentar su desarrollo.

Sabemos que las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información, donde se encuentra la Inteligencia Artificial, son un arma de doble filo, donde por un lado permiten acercar a los diversos estratos sociales a la verdad, pero al mismo tiempo los someten a sistemáticos abusos de manipulación. Por ello, las empresas de medios deben adquirir una fórmula, casi perfecta, donde el financiamiento, por un lado, y, por el otro, la credibilidad, pluralidad y verdad, no colisionen.

Este encuentro global de periodistas, medios y académicos promete celebrarse periódicamente en diversas sedes dentro de Marruecos. Para ello, pretenden, bajo un acumulado de doce objetivos, fomentar compromisos esenciales, como el de impulsar, desde los diversos espacios, un pensamiento crítico tanto en los profesionales como en el público, nuevos contenidos veraces que se difundan entre las infancias y, al mismo tiempo, protegerles de información dañina, reforzar las formas de cooperación entre las organizaciones profesionales del periodismo, fomentar los intercambios culturales y, sobre todo, debates constantes sobre la educación mediática y el periodismo de calidad.

Sin temor a equivocarme, los dos días de reflexiones celebradas en Dajla, Marruecos, impulsadas por Younes Mjahed, presidente del Comité Provisional de Gestión del Sector de Prensa y Publicación del reino, abren una nueva etapa, necesaria y fundamental para reinventar el ejercicio periodístico ante un sinfín de retos, y conocer un gremio global que, gracias a las nuevas tecnologías, vivimos cada vez más cerca.

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