Mauricio Jalife

Recibe México el evento más relevante de denominaciones de origen

La celebración del Congreso de OriGin es un excelente escaparate para mostrar al mundo nuestra exquisita riqueza cultural, pero también una oportunidad única para aprender de la experiencia de las más añejas.

La celebración del Congreso bianual de OriGin en Morelia, del 8 al 10 de octubre próximos, marca un punto de inflexión en México y en la región latinoamericana respecto de la trascendencia de las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas en nuestras economías. Por múltiples razones, la presencia en nuestro país de los representantes internacionales de los consejos reguladores de las más destacadas denominaciones de origen del mundo es motivo de celebración.

Lo primero que debemos destacar es que México, gracias a la perseverante labor del Consejo Regulador del Tequila (CRT), tiene un lugar relevante en cualquier foro internacional dedicado al tema. El crecimiento exponencial de esta industria, desde luego, obedece al virtuosismo de la bebida objeto de protección, pero no puede desconocerse el aporte de valor que significa todo el andamiaje administrativo, de gestoría, de protección de marcas, de disciplina gremial, de modernización regulatoria, de verificación de calidad y de capacitación permanente del sector, por citar algunas de las actividades normales del CRT.

Si bien el mezcal sigue una ruta parecida a la del tequila, particularidades de su industria la atan aún a un mercado más limitado y condicionado que seguramente retrasará su escalamiento internacional. Otras DO mexicanas, en cambio, siguen deshojando la margarita entre la falta de recursos y de estructura organizacional para impulsar su crecimiento.

OriGin es la alianza mundial de indicaciones geográficas, de todos los sectores, que representa a alrededor de 600 asociaciones de productores y otras instituciones relacionadas de más de 40 países. A la fecha, el catálogo de indicaciones geográficas asciende a 9 mil 460, correspondiendo un gran número a las últimas décadas en las que la protección se ha incrementado notablemente en el mundo entero.

Escoger a Michoacán como sede del evento no es fortuito. A lo largo de los últimos años, este estado se ha significado como uno de los más activos en la protección de su patrimonio cultural inmaterial, utilizando todos los recursos de la ley a su alcance, desde marcas colectivas y de certificación hasta indicaciones geográficas, para responder a las demandas de tutela de sus grupos de productores tradicionales. Su Instituto del Artesano Michoacano es un excelente ejemplo de lo que se puede lograr con visión y consistencia en el trabajo en estas complejas realidades.

Para nuestro país, la celebración del Congreso de OriGin es un excelente escaparate para mostrar al mundo nuestra exquisita riqueza cultural, pero también una oportunidad única para aprender de la experiencia de las más añejas y consagradas denominaciones de origen europeas. Un tema particularmente relevante será el de la sostenibilidad, que claramente está llamado a ser una acompañante permanente en el desarrollo de las denominaciones de origen hacia el futuro.

Aun cuando este tema en nuestro país es motivo de atención creciente desde hace una década, este puede ser el punto de partida para acelerar nuestro conocimiento, interés, apropiación y patrocinio de todos esos extraordinarios productos que se han conservado entre nosotros durante tantos años y que habíamos perdido la capacidad de ver.

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